Solar God

Action Comics #1

En la esquina inferior izquierda, un hombre de traje azul corre hacia fuera del cuadro llevándose las manos a la cabeza como en "El Grito" de Edvard Munch, su caricaturesco rostro desprende terror existencial, como si hubiera traspasado los límites de la cordura después de lo que acaba de presenciar. Por encima de su cabeza, otro hombre, ataviado con un conservador dos piezas marrón, corre en otra dirección. Un tercero, igualmente aterrorizado, se agacha apoyándose en el suelo con sus manos y rodillas, sin chaqueta, como poniéndose a los pies del vándalo superhumano. Su postura denota una temerosa sumisión ante el macho alfa definitivo.

[…]

¿Por qué está tan asustado el hombre que corre?

¿Qué hace ese coche allí arriba?

¿Por qué va a ser aplastado contra una roca?

¿Qué mira el hombre arrodillado?

Con lo que sabemos hoy sobre Superman, podemos inferir que los tipos asustados son alguna clase de gansters. Los lectores de 1938 no tenían ni idea de lo que estaba pasando. Sin duda, allí había conflicto, pero en un primer vistazo Superman era tremendamente ambiguo. Los supuestos gansters podrían ser personas normales escapando de un forzudo chalado vestido de bailarín ruso. No hay sacos de dinero robado, ni sombras siniestras, ni ropa barata, ni siquiera armas que nos digan que esos hombres no son otra cosa que testigos inocentes. Basándonos únicamente en primeras impresiones, este estrafalario tipo musculoso puede ser amigo o enemigo, y la única manera de encontrar respuesta a semejante cantidad de preguntas es leyendo lo que sigue.

Grant Morrison exponiendo la dimensión mítica de la portada de Action Comics #1, la primera aparición de Superman. Extraído del primer capítulo de su recién publicado “Supergods”. Lo acabo de pedir a Amazon y ya me está tardando.