Década 0, Cara B (II): Come on primates show your teeth!

Come on primates show your teeth

Como bien explica Simon Reynolds en el imprescindible prólogo de “Loops: una historia de la música electrónica” (léanlo, por Dios!), en ese mundillo no está mal visto que los productores aprovechen hallazgos de otros y lo incorporen a sus tracks. Importa más la evolución de los sonidos, llevarlos “más allá”, que conservar la memoria autoral y emitir acusaciones de plagio a diestro y siniestro. Los beats y loops, una vez que salen a la luz e independientemente de como estén protegidos legalmente, se convierten en material de dominio público. Se reutilizan, se cortan, se mezclan, se distorsionan, se deconstruyen… en definitiva se abusa de ellos hasta agotarlos.

Por esta razón, la música electrónica evoluciona muy rápidamente y ciertos estilos que anteayer eran lo más, pasan  de moda en un abrir y cerrar de ojos para dejar sitio a “pastos más verdes” recién descubiertos. No se mueren, permanecen en  standby para volver cuando la gente se olvide de ellos y algún avispado productor o colectivo los haga resurgir. Se podría decir que el breakbeat, o breakcore, o drill n bass, o como quieran llamarlo, está en uno de esos momentos bajos, relegado a un segundo plano frente al imparable ascenso de la bass music. Posiblemente este fin de ciclo haya impedido que John Charles Wilson  alias Frog Pocket disfrute del reconocimiento que merece.

John Charles Wilson, alias Frog Pocket

Su segunda referencia para Planet Mu, “Come on primates show your teeth!” (2007), guarda ciertas similitudes con una de las joyas de la corona del sello, el ya mítico “Rossz csillag alatt született” (2005) de Venetian Snares. Si en aquel el productor canadiense “desintegraba” composiciones de corte clásico inspiradas (o directamente sampleadas) en autores húngaros, haciéndolas colisionar con los ritmos rotos y ultrarrápidos propios del breakcore,  Wilson hace lo propio sustituyendo Hungría por su Escocia natal, sometiendo al mismo tratamiento de shock (aunque un poco más suavemente) pasajes folkies “medievalistas” que remiten a la cultura y tradiciones del país. Esto queda reflejado perfectamente en la portada del disco, donde un wicker man parece estar bailando al son de los frenéticos ritmos “breakcoretas”.

Quizás la track más significativa del LP sea “Dungeon Hills”, en la que una bella melodía basada en cuerdas evoluciona hacia el caos rítmico total en 7 minutos sin desperdicio. Se la dejo insertada arriba, pero pueden escucha el más  temas del disco en youtube.

Tras 5 años de silencio discográfico, Frog Pocket ha vuelto este 2012 con “Frog and the Volcano!”, en el que actualiza su estilo hacia terrenos más “bassisticos”, conservando el deje folkie de sus anterior trabajo. Pueden escucharlo (y comprarlo) aquí.