Galician Delicatessens

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No es ningún secreto que los autores de cómic gallegos lo están pentando muy fuerte últimamente. La mano de tres de ellos está presente en otras tantas novedades lanzadas en las últimas semanas. Obras bastante significativas para sus autores, pues con ellas se han abierto nuevos caminos en sus respectivas trayectorias.

En primer lugar, David Rubín se estrena en la industria del cómic americano dibujando El Momento de Aurora West, el spin-off del  Battling Boy de Paul Pope.  Pese a su condición de encargo,  trabajando sobre guiones ajenos en un contexto de ficción preexistente, Rubín hace suyo una parte del universo de Pope, llevándolo a su terreno y consiguiendo establecer un contraste/complemento a lo mostrado en Battling Boy.

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Aurora y Battling Boy toman respectivamente los papeles de Batman y Superman dentro de este universo de dioses y monstruos, de maravillas y espanto. Pese a lo oscuro de ciertas situaciones, la arrolladora personalidad de la protagonista imprime a la historia un aura vitalista y aventurera que la hace apta para mayores y pequeños. En EEUU entró directamente en la lista de bestsellers del New York Times, esperemos que tenga igual suerte por aquí, pues se la merece.

A diferencia de Rubín, Emma Ríos acumula ya bastante currículum en los States, trabajando principalmente para Marvel. Allí ha aportado su granito de arena a ese nicho “indie” de títulos relativamente desconectados de la continuidad principal marvelita, mucho más libres e interesantes que las cabeceras superventas de la casa. Con todo, tengo la sensación de que Ríos ha estado un poco desaprovechada en Marvel, como si ese entorno editorial no fuese el idóneo para que ella pudiera soltar todo su poderío visual y narrativo. De todos modos, fue en Marvel dónde conoció a Kelly Sue Deconnik, y con ella se ha ido a Image a dibujar Bella Muerte, una serie de creación propia en la que realmente da el do de pecho.

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Aparte de su potente narrativa visual, quizá lo más interesante de Bella Muerte sea experimentar (¿por primera vez?) un género tan masculino como el western desde una óptica totalmente femenina. El que nos ocupa no es un western al uso, pero es que quienes lo desarrollan tampoco son el prototipo de autor de western. En Bella Muerte se dan cita referentes tan disjuntos como Sergio Leone y Neil Gaiman para componer un universo mágico y a la vez deandente, sucio y a la vez bello, delicado y a la vez brutal. Una auténtica rareza.

Curiosamente, Fran Bueno, el autor con más solera en el mercado americano de esta terna, es el que nos trae una novedad netamente gallega. Al compostelano se le dio por presentarse al Premio Castelao de Banda Deseñada… y se lo ha llevado.  No sé con qué competía, pero la verdad es que Catálogo Oneroso de Beleza Gratuíta es una obra digna de ser premiada, tanto por su buena factura como por su vocación experimental.

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Bueno establece una narrativa basada en viñetas a página completa (o fichas) desde las que va exponiendo su modo de ver la vida. Vale que a lo mejor la cosa le ha salido con un poco sobrada de azúcar en cuanto a mensaje, pero la belleza de las estampas que componen la obra, así como la sinceridad con la que se retrata su autor, ablandan a cualquiera. Esperemos que esta joyita disponga en breve de distribución a nivel nacional (de momento edita la Diputación de A Coruña) porque merece mucho la pena.