Bob Kane

Reseñas Express (Comics): "Biotopo", "Leyendas de Batman: Calor", "Desocupado"

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Biotopo (Apollo y Brüno)

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Ciencia ficción medioambiental con un planteamiento inicial inspirado en «Atmósfera Cero«. Un grupo de policías deben viajar a un remoto planeta/bosque  para resolver un asesinato ocurrido en la base terrícola de investigación allí instalada.  Pronto descubren que detrás del crimen se esconde una lucha entre dos facciones con ideas discrepantes en cuanto a la explotación de los recursos del planeta. Nada excesivamente original, pero lo que eleva este álbum por encima de la media es el magnífico dibujo de Brüno, muy simple y estilizado, pero aún así capaz de imprimir una muy conseguida atmósfera tanto a las asépticas instalaciones de la estación científica como al denso y misterioso bosque que la rodea. Ya estoy deseando tener en mis manos «Nemo«, del mismo autor, que se publica por estos lares el mes que viene.

Leyendas de Batman #13: Calor (Doug Moench y Russ Heath)

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Las aportaciones de Doug Moench al «Universo Batman» son siempre interesantes, especialmente aquellas que desarrollan la relación entre el Hombre Murciélago y Catwoman. En «Calor«, ambos deben unir sus fuerzas para detener un psicópata también disfrazado de gato que además, indirectamente está creando ambiente para un brote de violencia racial en plena ola de calor. Esta vez el apartado gráfico corre a cargo del maestro Russ Heath. La verdad es que los resultados no están a la altura de sus mejores trabajos. Aún así, consigue mantener su característico toque de sensualidad, y a cambio de rebajar su nivel entrega unas planchas que son todo un homenaje a las primeras historias de Batman de Bob Kane.

Desocupado (Lewis Trondheim)

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Si hay algo que no soporto en el mundo del «artisteo» es el ombliguismo, y en «Desocupado» hay mucho de eso.  Lo que comienza como una interesante disgresión acerca de la evolución creativa de los autores de comics con la edad, resulta en una serie de razonamientos de «artista atormentado» pajeros a más no poder, que no me dejan otra opción que encasillar a Trondheim en el cliché  de «atista» aburguesado hasta la médula, consciente de su «status cultural», y con mucha tontería en la cabeza . Caro me costó terminarlo.