A veces la música entra por los ojos. Cuando hace dos años escuché el “Nothing Else” de Lorn no le hice demasiado caso. Pero el productor de Milwaukee ha sacado nuevo disco este año, precedido del excelente videoclip “Ghostt(s)” que posteé en su momento (y ahora reposteo). Desde su visionado no solo “Ask The Dust” me ha parecido uno de los mejores lanzamientos de lo que llevamos de año, sino que su anterior álbum me ha resultado mucho más gratificante cuando lo he vuelto a escuchar.
Experimentar su música en formato audiovisual me ha dado la clave para acceder a su mundo, un mundo en el que convergen sensibilidades tan heterogéneas como el rap, los sonidos industriales, lo gótico o el tecno más afilado. En sus tracks todo esto se ensambla para generar una oscuridad, llamémosla, post-religiosa; como si se tratara de música sacra producida por los Tecnopadres de Jodorowsky o las criaturas biomecánicas de Giger.
Si quieren más ejemplos del trabajo de Lorn, pueden escuchar de gratis la serie de mixtapes “Drugs”, en las que se intercalan temas suyos con los del anónimo (y enigmático) Dolor:
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