Mirando en Boxofficemojo la lista de las 100 películas más taquilleras en los EEUU ajustadas a la inflación, descubro que "El Caballero Oscuro" ha superado en recaudación (ajustada) al primer "Batman" de Tim Burton. Todo un logro si pensamos que el resto de batfilms ni siquiera están en el Top 100, y que la recién superada peli de 1989 provocara el fenómeno mundial conocido como Batmanía. Si extrapolamos los datos de los States al resto del mundo (algo bastante razonable), podemos decir que estamos viviendo una segunda Batmanía, no se si más fuerte que la de 1989, pero al menos más taquillera.
Si en lo de hace casi 20 años el merchandise, la moda descerebrada y el Batdance tuvieron un peso fundamental, en esta ocasión el fenómeno es eminentemente cinematográfico. Obviamente, el boca-a-oreja está funcionando, pero la astronómica taquilla del fin de semana de estreno deja claro que otros factores previos tuvieron mucho que ver en el éxito de "El Caballero Oscuro". En primer lugar está la excelente campaña promocional, tanto en su vertiente vírica como los tradicionales trailers y posters que nos dejaron los dientes largos durante meses. Por otra parte tenemos el triste fallecimiento de Heath Ledger en siniestras circunstancias, que unido a los rumores acerca de su terrorífica interpretación en el film dio lugar a toda clase de conjeturas infundadas… y mucha publicidad gratuita. Otro factor bastante importante en mi opinión es el status del director de la cinta, Christopher Nolan, uno de esos realizadores que, sin tener una fuerte identidad autoral, generan una especie de "culto mainstream" (valga la incongruencia) y son mimados por los votantes de la IMDB.
Tanto es así que el día del estreno, la película se coloco como la más valorada por los usuarios registrados de esta célebre web, manteniéndose en esta situación unos diez días. Actualmente, con casi 250.000 votos a sus espaldas, ostenta un tercer puesto que parece que conservará por una buena temporada. La crítica tampoco la ha tratado nada mal, tanto por aquí como en su país de origen.
Pero ¿Tan buena es "El Caballero Oscuro"?. En mi humilde opinión, se trata de un gran film, pero como me ocurre con otros trabajos de Nolan, no la considero una película redonda, y tampoco la mejor de su género. A continuación expongo los puntos más y menos interesantes de este auténtico fenómeno social en forma de blockbuster:
Lo Bueno
El Joker: Como en el caso de Javier Bardem en "No es país para viejos", Heath Ledger no interpreta a un personaje, sino a un concepto, a una fuerza de la naturaleza. El Joker representa al caos absoluto que inevitablemente aparece cuando se quiere instaurar el orden absoluto. En el imaginario microcosmos de Gotham City, el payaso asesino equivale al colapso de la URSS, al atentado de las Torres Gemelas o al desplome del negocio inmobiliario en el mundo real. Cuanto más empeño pongan los agentes del orden (el poder establecido) en mantener una determinada realidad social, económica o política, más fuerte será la sacudida de la "realidad real" para dejar las cosas otra vez en su (entrópico) lugar. Independientemente de la actuación de Ledger, se trata de un personaje muy agradecido para el intérprete, pues su discurso y sus actos ponen al espectador en contacto con ese componente existencialista presente en la mente de todos, pero que intentamos rechazar para que la vida tenga un poco de sentido.
Sentido del drama: Pese a que tratamos con personajes del Universo DC, ninguna película de superhéroes ha explorado tan bien la famosa frase de Stan Lee "Un gran poder conlleva una gran responsabilidad". Batman, Gordon y Havey Dent son los arquitectos del nuevo estado de las cosas en Gotham, y deben responder por ello, para bien y para mal. Convertirse en símbolo no es tan difícil como resistir el peso de serlo. Pura mitología del siglo XXI.
Efectos visuales: Demostrado. Si se desea imprimir verismo, solidez y fisicidad a las tomas de efectos especiales, éstas deben prescindir en lo posible de la infografía. Comparen las últimas entregas de Batman con la trilogía de Spider-Man: persecuciones de coches, derrumbes de edificios, los héroes moviéndose entre rascacielos…. La diferencia salta a la vista y, cuantos más años pasen, la saga de Raimi quedará más y más anticuada, mientras que la de Nolan resistirá fresca como una rosa.
Lo Malo
Extrema compresión narrativa: El film dura dos horas y media, pero teniendo en cuenta lo extenso de su historia, necesitaría una hora más de metraje como mínimo. No da tiempo a reflexionar sobre lo que ocurre en pantalla porque están ocurriendo cosas continuamente. El montaje es veloz hasta en los diálogos, los cortes entre escenas son demasiado abruptos, e incluso da la impresión de que los actores recitan sus frases con excesiva celeridad. Cuando terminé de ver la película, me quedé con la sensación de haberla devorado en lugar de saboreado.
Indefinición en tono y scope: Con "El Caballero Oscuro" nunca te queda claro que tipo de film estás viendo en realidad: thriller psicológico, drama criminal, una nueva entrega de James Bond, o incluso cine de catástrofes. Escenas claramente inspiradas en "La Naranja Mecánica" conviven con otras que parecen sacadas de "La Jungla de Cristal". Posmodernidad si, pero hasta cierto punto.
No se si bueno o malo
Batman en segundo plano: No es nuevo que en una peli de Batman los villanos acaparen un mayor protagonismo que el propio Hombre Murciélago, pero después de la intensa reinterpretación del mito que supuso "Batman Begins", resulta extraño ver como queda relegado a un papel cuasi-secundario frente al Joker y Dos Caras en la secuela.
Gotham City: Ya en "Batman Begins" Nolan tomó la decisión de despojar a Gotham City del aspecto fantasioso que lucía en sus anteriores encarnaciones cinematográficas. Quería que Batman fuese el único elemento anormal en un entorno realista. Aún con esa idea en mente, a la nueva Gotham se le imprimió cierto toque de distinción respecto a una ciudad normal: monorrail, un casco viejo superpoblado, un siniestro asilo de Arkham, el Batmovil rodando sobre tejados antiguos, planos panorámicos que ponían en evidencia su gigantismo… Pero en "El Caballero Oscuro", ni eso. En esta nueva entrega, Gotham solo necesitaría a la torre Sears o el Empire State en su skyline para convertirse en Chicago o Nueva York. Batman vuela entre modernos rascacielos de cristal y circula con su Batpod por grandes avenidas y centros comerciales. El director lleva aquí su idea de normalidad urbana al límite.
Eso es todo amigos. Solo me queda decirles que vayan a ver la peli al cine, pues su espectacularidad visual solo puede ser disfrutada plenamente en pantalla grande.
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