Fenómenos como “Forming” o “BodyWorld” empiezan a destapar lo evidente: grandes novelas gráficas impresas del futuro se están gestando ahora mismo vía entregas digitales colgadas en Internet. La web se está revelando como efectivo sustituto a las desaparecidas revistas de cómics que prepublicaban una historia mientras el autor la iba dibujando. Inconveniente: la pasta no fluye hasta que el trabajo esté terminado. Ventajas: sin perder otra cosa que su “fuerza de trabajo”, el autor puede arriesgarse más creativamente, obtener la respuesta del público en tiempo real, generar fanbase y, si todo va bien, currarse una edición impresa de puta madre cuyos lectores habituales no se resistan a dejar pasar.
Como cada vez leo más tebeos provenientes de la web, inauguro esta sección para irlos reseñando, y así formar parte activa de esa fanbase que le gustaría tener esos tebeos en la estantería. Si conocen alguna joya escondida de este panorama webeditorial, no duden en hacérmelo saber. Por mi parte aquí va la primera tanda:
“Paws”, de Pete Toms
Un escritor frustrado, alcohólico y “odiador” de la televisión se ve envuelto en la producción de una teleserie autobiográfica para un canal cutre local sobre su supuesta abducción y conversión en hombre lobo perpetrada por un enigmático anciano “Espíritu del Bosque”. Se incluyen conversaciones con perros y bocadillos de textos rellenos de largas parrafadas baudrillardianas. Enlace de título aparte, se puede leer aquí de forma más cómoda pero con actualizaciones cada 10 entregas.
“Ant Comics”, de Michael DeForge
Nunca (salvo quizá en algún documental de la 2) se ha mostrado la vida en una colonia de hormigas como algo tan lleno de podredumbre (física y moral), muerte y represión sexual. Todo un microdrama
“Puke Force”, de Brian Chippendale
Si quieren catar a Chippendale sin arriesgar su dinero, esta es su oportunidad: robots que ven gente muerta, tipos que se esfuerzan por ocultarse como usuarios de porno en Internet pero salen a la calle con las vergüenzas al aire, varios capítulos dedicados a mostrar una explosión suicida en una cafetería desde el punto de vista de algunas de sus víctimas, trolls interneteros poseídos en un ciber… Este señor está fatal, pero que sigua así!
Para terminar el post, y ya que salieron a la palestra Chippendale y “lo gratis”, una pista de audio de 20 minutos que acaban de subir Lightning Bolt a la red:
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