El modus operandi de Banksy unido a la particularísima personalidad de Thierry Guetta, al que el célebre grafitero retrata en su ópera prima documental “Exit Through the Gift Shop”, ha generado la sospecha de que lo mostrado en dicho film sea una farsa, que la transformación de Guetta en el nuevo gurú del street art Mr. Brainwash es una operación milimétricamente urdida por Banksy, que construye así su propio “Borat” con el que poner en evidencia la esfera del arte contemporáneo.
Posiblemente eso sea cierto (yo al menos así lo pienso), pero lo que Banksy pone en pantalla resulta mucho más complejo y revelador que cualquier cosa del mismo palo que se haya visto anteriormente. Esto no se trata simplemente de hacer burla de un mundillo ya suficientemente denostado como es el del mercado del arte o de un tema tan trillado como la legitimación del artista. El verdadero “truco” del (falso?) documental es que realmente no retrata al esperpéntico Mr. Brainwash, sino al propio Banksy en una suerte de retorcido y genial auto-examen de conciencia, así como un alucinante experimento a nivel global.
Thiery Guetta regentaba a finales de siglo una tienda de ropa vintage en Los Angeles, pero su obsesión por filmar todo lo que ocurría a su alrededor le lleva a hacerse amigo y registrar las fechorías de los mejores artistas callejeros del mundo durante casi una década. El material de Guetta, independientemente de su autenticidad, nos muestra una excitante realidad furtiva y aventurera. Arte vivo en desarrollo, combativo, cercano al público y libre de las cuatro paredes de los museos…
…Pero poco poco llega el visto bueno “oficialista”: exposiciones legales a las que asiste la crème de la crème, venta de originales, encargos para grandes marcas… en definitiva, mucha pasta. Guetta pasa a formar parte del colectivo cuya actividad se dedicó a registrar en los últimos años, replicando su manera de trabajar pero sin un ápice de personalidad propia. Aún así, lo vende todo en su megalómana primera exposición.
Si nos olvidamos de la total ausencia de ironía e ingenio en la obra de Mr. Brainwash, muchos aspectos por los que es criticada en el documental están presentes también en los trabajos de Banksy: reutilización y remezcla de imaginería pop preexistente, uso de la cultura underground para labrarse una imagen comercial, apoyo en un equipo de ayudantes… Mr. Brainwash no es más que un reflejo distorsionado del propio Bansky, un avatar esperpéntico con el que el famoso artista se pone a si mismo en evidencia.
Pero como dije, esto va más allá de explicar las miserias del arte contemporáneo. Esto va sobre como está el mundo: Pese a exponer directamente la mediocridad creativa de Mr. Brainwash en la película, a día de hoy éste sigue montando gigantescas exposiciones, vendiendo sus tonterías por miles de dólares, y realizando encargos de primer nivel como la portada del último recopilatorio de Madonna. ¿Que sacamos en limpio de esto? Que a día de hoy, ni siquiera la verdad nos hace reaccionar ante el engaño. El escarnio público de Guetta surte el mismo efecto que los cables de Wikileaks: lo vemos, decimos “que fuerte”, lo comentamos en conversaciones de bar, pero al final la vida sigue igual… Criticamos Facebook, criticamos Apple, criticamos McDonalds, criticamos Nike, pero consumimos Facebook, consumimos Apple, consumimos McDonalds y consumimos Nike… Una auténtica pesadilla sartreana en la que los dichos y los hechos siguen caminos totalmente separados.
Esta película confirma a Bansky, o a lo que haya detrás de la marca Bansky, como un auténtico genio de la hipermodernidad, capaz de analizarla interactuando con ella, convirtiendo al mundo en una gigantesca performance… y además beneficiándose económicamente de ello.
Comentarios recientes