Suehiro Maruo pertenece a esa clase de autores que, pese a la indiscutible calidad de sus obras, el extremismo del que hacen gala no permite una recomendación a la ligera. Cuando alguno de estos artistas “suaviza su discurso”, a menudo tal cosa es vista por sus fanáticos como una bajada de pantalones al stablishment, como una “pérdida de chispa”… pero muchas veces, como en el caso de “La Extraña Historia de la Isla Panorama”, engrandece todavía más las virtudes del autor.
Maruo tiene la habilidad maestra de perturbar al lector insertando estampas de gran belleza en un sustrato de violencia, obsesión, zozobra y crueldad extrema. Su delicadeza y sensibilidad estética a la hora de dibujar los más horribles y amorales sucesos fascina a la vez que pone los pelos de punta. Pero en esta ocasión ha dejado la “carnicería” a un lado: la sangre casi no tiene presencia en las doscientas y pico páginas del manga, la belleza de su trazo se manifiesta libre de elementos macabros… y por qué será que así resulta más aterrador que nunca.
El recorrido que nos propone el autor por la alucinada Isla Panorama deriva en una especie de síndrome de Stendhal de la sinrazón. El paraje compone un mapa de la mente de su constructor, un artista convertido en multimillonario por obra de la casualidad… y la obsesión. Su escueta historia prepara al lector para el plato fuerte de la función: la maravillosas (y abundantes) planchas que muestran la isla en todo su esplendor: jardines, estatuas, praderas escalinatas… un Edén mesmerizante que por momentos nos “secuestra” de la realidad.
Los homenajes y guiños a artistas y monumentos reales de las más diversas épocas aparecen por doquier e invitan a una atenta revisión. Incluso aparecen comentarios sobre versiones reales (pero a menor escala, claro) de este tipo de construcciones filo-oníricas. Como gallego no puedo dejar de mencionar O Pasatempo de Betanzos, que con sus grutas, extrañas estatuas y (para mi) desconocido origen me dejó profundamente impresionado en mi infancia.
Si les gustan las experiencias sensoriales extremas y no quieren recurrir a drogas para obtenerlas, este tebeo es la mejor opción.
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