Pet Shop Boys

Playlove

Playlove

Ya me estaba asustando el caso de Miguel Ángel Martín. Desde el cierre de la revista «El Víbora«, no aparecía nuevo material suyo por ningún lado. Todo indicaba que, como tristemente viene pasando con otros grandes autores de cómic patrios, Martín habría dejado el «negocio» para dedicarse a otros más rentables menesteres. Por suerte para sus lectores, la publicación de «Playlove. Donde las calles no tienen nombre» demuestra que eso no ha ocurrido.

Lo primero que llama la atención de este regreso es la forma que ha elegido el autor para llevarlo a cabo, al dar los derechos de edición de esta novela gráfica a la pequeña editorial de «libros normales» «Rey Lear«, ajena al circuito de librerías especializadas y listados de novedades tebeosféricos. Yo mismo la descubrí casualmente en La Casa del Libro hace pocos días, y lleva en el mercado desde mayo. Este acercamiento al mercado generalista no se limita a la editorial, sino que se extiende al formato, pues por el tamaño, diseño de la cubierta y (por desgracia) calidad de papel, el tebeo aparenta una novela convencional. La apuesta de Martín es clara: hay que salir del ghetto.

Quizás por esta razón  «Playlove» está exento de ese extremismo explícito propio de su autor. La ultraviolencia y el bizarrismo sexual son dejados de lado, pero lo que sigue muy presente es una visión del mundo directa y sin concesiones, que humor negro mediante, pone de manifiesto el nivel de autoengaño al que está sometida nuestra sociedad. Para ello, nada mejor que ahondar en la mascarada social por excelencia: las relaciones de pareja. Martín expone sus teorías a través del ya clásico recurso de «soltar» a un personaje liberado de los cánones sociales (o al menos con un nivel de autoengaño inferior a la media) entre un grupo de gente «normal» que, irremediablemente se verán obligados a afrontar directamente esa realidad que saben está ahí pero se empeñan en evitar.

Altamente recomendable, sobre todo para aquellos que hasta ahora huyeron de M. A. Martín a causa de su radicalismo formal.

Banda sonora del post:
Pet Shop Boys – «Where the streets have no name (I can’t take my eyes off you) «