Pienso que el arte de crear patrones sonoros sintéticos no está suficientemente valorado, más aún cuando dichas piezas de orfebrería musical se elaboran mediante maquinaria analógica. Por ejemplo, últimamente Luke Abbott está haciendo maravillas en ese campo pero nadie le hace caso, y el fenómeno Merryweather Post Pavillion le debe mucho a las intrincadas bases electrónicas presentes en cada uno de sus temas, sin que tal cosa se haya destacado demasiado.
En esta línea de artesanía analógica se mueve Abidaya, obra de Rabih Beaini, más conocido como Morphosis, que por primera vez lanza un disco bajo su nombre real. En este LP, Beaini tira de sus raíces libanesas como inspiración para componer originales patrones rítmicos bastante alejados del sonido cristalino y poliédrico de otros artistas del ramo.
Para obtener dicha “suciedad”, Beani introduce grabaciones de instrumentos reales en medio de sus texturas analógicas; grabaciones en plan “tomadas del ambiente”, evitando el hermetismo sonoro de cabina insonorizada. Utiliza desde ritmos de baterías hasta pequeños fragmentos jazzisticos de saxo, fundiéndolos con lo electrónico con pasmosa naturalidad.
Visto lo visto, habrá dar una escucha a sus trabajos como Morphosis, al parecer mucho más inclinados a lo tecno. Habrá que comprobar si por ese lado Beani también tiene cosas originales que ofrecer. Ya les contaré…
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