“Estoy seguro de que una decisión de mi madre afectó profundamente mi carrera. Yo tendría 8 años y mi amigo Billy se ofreció a grabarme una cinta. Le pedí un recopilatorio de Kiss, pero mi madre se negó porque pensaba que eran satánicos. Al final acordamos que me grabase los grandes éxitos de los Bee Gees. Los escuché una y otra vez porque era la única casete que tenía. Con el tiempo me di cuenta de que Kiss son horribles: no tienen melodías, no saben hacer rock y las letras parecen escritas por idiotas. Los Bee Gees, en cambio, son una maravilla. Te atrapan de inmediato con estructuras complejas y nunca renuncian a meter un toque funk. Me marcaron bastante.”
Nic Offer (!!!) entrevistado en Rockdelux #287
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