Hunger

Si les digo que “Hunger” relata la huelga de hambre llevada a cabo por reclusos del IRA en 1981 para reivindicar un estatus de presos políticos, seguramente se imaginarán que se trata de la típica película/denuncia a la que nos tienen acostumbrados Ken Loach o Jim Sheridan.

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Sin embargo, el film de Steve McQueen (no confundir con el difunto actor) queda más cerca de los perturbadores universos neocárnicos de Francis Bacon o Clive Barker. La película integra su discurso político con el proceso de “corrupción de la carne” sufrido por los huelguistas, siguiendo con especial atención el caso de Bobby Sands, magistralmente interpretado por Michael Fassbender.

hunger3 McQueen no deja lugar a concesiones. La mayoría del film carece de diálogos y en ocasiones se aproxima al terreno de la performance física o al videoarte, y en él se nos muestra con todo detalle las consecuencias de la huelga sobre los (cuerpos de los) presos: golpizas, llagas, infecciones, desnutrición… no apto para todos los públicos. De hecho, el 80% del diálogo se concentra en un soberbio plano-secuencia en el que Sands mantiene un debate con un cura acerca de sus motivos para continuar con la huelga.

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Repito, no apta para todo el mundo. Pero si creen tener el “estómago” suficiente, no la dejen pasar.