“Paying for it”, un título potente para una novela gráfica donde su autor relata sus experiencias con prostitutas. Pero, como el mismo Chester Brown comenta en las notas finales del libro, el título puede dar lugar a confusiones, a dobles sentidos que para nada se dan en su caso. Brown no solo no se arrepiente de ser un “putero” (o “john” en inglés) sino que presenta esa condición como una alternativa coherente y no destructiva de satisfacer las necesidades sexuales para aquellos que, como él, reniegan del “amor romántico”.
Así, este magnífico tebeo se desarrolla en torno a dos ejes: Por una parte, Brown expresa su punto de vista y el de sus amigos respecto a la prostitución y los que hacen uso de ella. Por otra, presenta una crónica de sus encuentros narrada con un estilo mecánico e impersonal, que sin embargo destila pura verdad, sin omisiones y con una absoluta falta de pudor.
Más allá del tema de pagar por sexo, lo expuesto en el libro es un ejemplo perfecto acerca de desligarse del “pensamiento único”, un concepto casi siempre asociado a lo político y a la esfera del consumo (ay!, hipotecados), pero que extiende sus tentáculos a otros ámbitos en los que, existiendo alternativas, ni tan siquiera se concibe actuar de otro modo que no sea siguiendo a la masa.
Un tebeo autobiográfico de los que no abunda, con chicha, con algo interesante que contar, y de lo mejorcito que he leído en lo que va de año.
Excelente recomendación! E increíble la cantidad de apéndices y notas al final de cómic, muy curioso y meritorio ver cómo alguien se postula en defensa de la prostitución con tantas reflexiones y documentación…gracias por el descubrimiento!
Si. Eso es lo que me sorprendió a mí. Esperaba algo mucho más ligero, en plan «voy de putas porque si». Pero el tío tomo esa decisión de una manera totalmente razonada y argumentada… para después contarlo a los cuatro vientos con pelos y señales. Un crack.