Gilles Lipovetsky

Overdrive

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“Hasta hace poco la cultura se desplegaba en el orden de lo finito y lo escaso; en la era hipermoderna estamos en la hipertrofia y la multiplicación hasta el infinito. En el cibermundo hipertélico, el usuario tiene acceso inmediato a una información desmesurada, desordenada y sin clasificar; es libre de ir por donde quiera, de aprender, de mirar, de trazarse un camino personal. El problema es, naturalmente, saber ejercer esa libertad en las condiciones nuevas de un sistema superdesarrollado, una Pantallópolis que algunos temen que se transforme en un sistema totalitario, en la Metropolis de Fritz Lang, que esclaviza a los individuos en vez de liberarlos. La libertad no está amenazada en Occidente por el déficit, la censura o las limitaciones; lo está por la sobreinformación, la sobredosis, el caos que trae la misma abundancia. Lo que nos falta no es información, que nos desborda; lo que no tenemos es un método para orientarnos en esta sobreabundancia indiferenciada, para situarnos a una distancia analítica y crítica que le dé sentido.”

Gilles Lipovetsky y Jean Serroy en “La Cultura-mundo

Art Now

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“Algo más sobre un sector de la cultura particularmente representativo de la sociedad de la decepción: el arte actual. Él es el responsable de la decepción que siente una cantidad creciente de espectadores, que piensan que “eso no es arte”, que no vale para nada, que no tiene interés, “sea lo que sea”. Durante siglos y milenios, las obras de arte han sido motivo de admiración y delectación: en la actualidad estamos ya hartos de tantas deconstrucciones, de las instalaciones minimalistas o conceptuales, del videoarte en el que no pasa nada. Anne Cauquelin añade que el deseo de defraudar las expectativas de la opinión dominante es ya una acción voluntaria y deliberada (Petit traité d’art contemporain, 1996). Se advierte la novedad radical de la época: en las sociedades tradicionales, el sistema cultural estaba profundamente integrado o interiorizado (ni rechazo ni desánimo), aunque la vida material era muy difícil; lo que se ve hoy es lo contrario: las satisfacciones materiales son incontables, mientras que las decepciones culturales proliferan.”

Gilles Lipovetsky en “La sociedad de la decepción