El Reino

Corría 1994. El impacto que dejó «Twin Peaks” en el panorama televisivo aún era reciente. En Dinamarca, un joven y avispado director llamado Lars Von Trier lleva unos años agitando la aletargada escena cinematográfica del país. Cada película que saca viene acompañada de puestas en escena poco convencionales, manifiestos cinéfilos y declaraciones incendiarias que no dejaban a nadie indiferente. Tras una experiencia previa en el medio televisivo (“Medea”, 1987) entrega la hoy en día culterana miniserie “Riget” o “El Reino” en español.

Las apariciones de una niña fantasma dentro del enorme Hospital del Reino son la excusa para que conozcamos los más bizarros personajes que lo habitan. Una anciana espiritista que intenta colarse en el hospital aduciendo falsas enfermedades, un médico de plantilla que vive en los sótanos del hospital sin que nadie lo sepa, un estudiante que lleva su gamberrismo hasta la profanación de cadáveres o un médico capaz de transplantarse un hígado canceroso en pos del avance científico son algunos de los seres que pululan por ese vasto, sofocante y aterrador micromundo.

Aunque no tengo mucha experiencia en teleseries hospitalarias, puedo atestiguar que en ésta, la crudeza de las escenas en la sala de operaciones es acojonante. Ya impresiona bastante ver como a un paciente le abren el cráneo y le hurgan en los sesos, como para que los ejecutores de la operación se pongan a discutir nerviosamente entre ellos por cuestiones personales. La profesión médica no queda muy favorecida en la serie: los médicos importantes del “Reino” forman una logia para protegerse mutuamente en casos de negligencia, y, la mayor parte de ellos anteponen su gloria personal a la atención a los enfermos.

Ya se podía ver en esta serie la aplicación de algunos de los preceptos del movimiento Dogma 95, cofundado por Von Trier al año siguiente: cámara en mano, filmación en escenarios reales y con luz ambiental se unen a prácticas menos “dogmáticas” como el uso de filtros para la imagen o recurrir a artificios genéricos. En todo caso, la forma de filmar del danés contribuyen de sobremanera a crear ese ambiente viciado que domina esa mole de hormigón llena figuras en bata blanca y con 30 Km de túneles en sus sótanos.

“El Reino” cuenta con una segunda temporada realizada en 1997, que estoy deseando ver, pero como sabrán, a veces la mulita no corre lo suficiente. Hace una o dos temporadas, los americanos sacaron un remake al que tuvieron la desfachatez de llamar “Stephen King’s Kingdom Hospital”, que por puro morbo, acabaré «videando». Dudo mucho que consigan reproducir la bizarrez y el tono irónico que imprimió Lars Von Trier al original.

«El Reino» en TrendeSombras