El tremebúndo exito (quedándose cortos) de «El Código Da Vinci» ha hecho que en los últimos años las librerías se inunden de novelas de dudosa calidad literaria, llenas de conspiraciones vaticanas, templarios, santos griales, sabanas santas, etc, etc. Todo un universo editorial de probada rentabilidad pero cansino a más no poder.
No les voy a engañar. «Janitor» pertenece a ese género en su vertiente tebeística… Pero «Janitor» está dibujado por François Bouq en estado de gracia (¿cuándo no?), así que todo lo demás es accesorio. El mimo puesto por el dibujante a la hora de planificar las viñetas, recrear las callejuelas de Malta y Roma o imaginar las instalaciones secretas vaticanas justifica por si solo la compra del álbum.
Con esta serie, Boucq se afianza como uno de los dibujantes más versátiles de la actualidad. Capaz de moverse como pez en el agua tanto en sus universos surrealistas como en los géneros más comerciales. Y lo más alucinante es que, pese a la gran calidad y detallismo de sus dibujos, saca álbumes como churros. Que siga así por muchos años.
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