Síntomas del Apocalipsis (III): Guerra a las marcas blancas

Es bien sabido que, estos tiempos de crisis económica, las grandes corporaciones están que trinan con la progresiva pérdida de beneficios (que no pérdida a secas, ojo) a la que se ven sometidas. Pero cuesta creer que hayan llegado a tal punto de desesperación como para  producir spots tan deliciosamente bizarros (por desasosegantes) como éste:

Cuando pensaba que la publicidad había llegado a un nivel de refinamiento superior (“¿Te gusta conducir?”, “Bienvenido a la república independiente de tu casa”…), van y nos plantan material que parece sacado de una peli de ciencia ficción distópica de hace treinta años.

Tal es la pérdida de norte que, por ejemplo, en el caso de Danone llegan a jactarse de llevar a cabo prácticas dañinas para el consumidor:

Extrapolemos el mensaje de este anuncio a la esfera de las farmacéuticas: a ninguna se le ocurriría publicitar un medicamento recientemente patentado haciendo hincapié en que no permiten la fabricación del mismo como genérico. En cambio, la popular marca de yogures no se priva en estamparle en la cara a sus clientes: “o nos compras el Actimel a nosotros o te jodes”, pero por aquí todos tan contentos. En fin…

Por mi parte, les recomiendo que en vez de fijarse en las marcas, miren la lista de ingredientes del producto, si tiene más de tres, cosa mala, y si alguno de ellos lleva números en su nombre, peor.