Symbol

Últimamente se está poniendo muy de moda usar el término “OVNI cinematográfico” para catalogar ciertas películas rarasrarasraras (como diría Papuchi Iglesias, en paz descanse). Pues bien, si hubiera que ilustrar el diccionario con un ejemplo de esos OVNIs, no podríamos encontrar mejor candidata que “Symbol” de Hitoshi Matsumoto.

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No me voy a poner  aquí a contarla porque nada mejor que la experimenten por ustedes mismos. Solo decir que en ella se desarrollan paralelamente dos historias aparentemente desconectadas entre si. Una en México, en el mundillo de la lucha libre (auténtico fetiche de “lo bizarro”). La otra (y aquí viene lo mejor de la función) en una enorme sala totalmente blanca, con altísimas paredes y sin puerta de salida, donde un señor en pijama se despierta sin saber como ni porqué ha ido a parar allí. Les puedo asegurar que la escena de su despertar es de lo más aterrador (a la vez que cómico) que he visto en los últimos tiempos. Dejen que se la muestre:

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¿Cómo se han quedado? Pues con este arranque imagínense lo que puede venir después. Una obra maestra de lo raruzco, en la que se combinan sin complejos la estética de las instalaciones de arte moderno, la horterada, el slapstick, el México arquetípico y el puro terror existencial.

Symbol 2

No puedo hacer otra cosa que recomendarla con todas mis fuerzas, a la vez que busco por la red la otra peli de Matsumoto, la bastante célebre (también por rara) “Big Man Japan”.