“El Jardinero Nocturno” y “Drama City” supusieron el desembarco de George Pelecanos en el panorama editorial español hace unos tres años, y la verdad es que duele un poco ver ese material a precio de saldo a día de hoy. Esperemos que tal circunstancia se deba más a una política de descatalogación rápida por parte de Ediciones B que a las bajas ventas, pues sería una pena que por ello dejasen de traducirse el resto de obras de este excepcional escritor, quizás más conocido por los seriéfilos como responsable del guión de algunos de los mejores episodios de “The Wire” (eso dicen, que yo no vi la serie aún).
La verdad es que piqué con “El Jardinero Nocturno” al verla en la mesa de ofertas de El Corte Inglés e inmediatamente recordar el excelente (doble) post que Óscar Palmer dedicó al escritor en su blog. La tuve en la pila de posibles lecturas durante dos meses, pero en cuanto la agarré ya no la pude soltar. Estamos hablando de una novela negra pura aunque no purista: el rollito criminal está ahí, aparentemente en primer plano, pero el fatalismo existencial inherente al género se cuece sobre todo en el contexto de la historia, en los “personajes satélite” y en los pasajes dedicados a los personajes principales fuera de la trama criminal. Si quieren saber lo que realmente significa eso de la “violencia estructural” háganle caso a Pelecanos y no a Gallardón.
Pero lo mejor de la novela está en el increíblemente preciso lenguaje que utiliza el autor, capaz de definir nítidamente a un personaje con dos frases certeras. Pelecanos sabe elegir apropiadamente los tics y los diálogos (aparentemente) intranscendentes para que nuestra intuición actúe y nos dé la sensación de que conocemos de toda la vida a esos personajes y su contexto. Tras leer la novela, te crees que conoces Washington D.C. mejor que si hubieras estado allí. Otra gran baza de su prosa es el recurso de modular sutilmente la narración en tercera persona en función del personaje en el que recae la acción. La narración empatiza con los personajes de una manera casi imperceptible pero que favorece la inmersión del lector en sus ficticias psiques.
En resumen, 6€ de rentabilísima inversión cultural… Y para terminar, ya que salió el tema de escritores televisivos y Óscar Palmer, no puedo dejar de recomendarles “Capturado”, escrita por Neil Cross (creador de “Luther”) Y traída a España por el buen criterio de Palmer materializado en su editorial Es Pop.
Comentarios recientes