Omar Little

Omar Little

Hace ya aproximadamente un mes que he terminado “The Wire”. Una experiencia adictiva y absorbente (¡cinco temporadas en tres semanas!) que me ha llevado a la misma conclusión que a la mayoría de los que la han visto: la serie es grande, muy grande. Con todo, veo exagerado eso de ponerla como la mejor serie de televisión de la historia sin oponente que le pueda hacer sombra a día de hoy; es muy buena, pero hay otras a su nivel. Quizás su estructura de “gran novela americana” proyecte sobre los espectadores una sensación de complejidad, profundidad  y verosimilitud nunca antes experimentada en televisión, pero el audiovisual y la narrativa escrita son medios muy diferentes con recursos estilísticos y narrativos muy diferentes que exigen criterios de evaluación muy diferentes. Por desgracia, todavía vivimos en una fase cultural en la que la literatura es considerada un arte superior al resto, y todo ha de valorarse tomando este medio (y las herramientas críticas asociadas al mismo) como máxima referencia.

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Un poco al hilo de estas cosas quisiera aludir al personaje de Omar Little, una especie de intrusión pop en el universo realista y ultradocumentado de “The Wire”. Robin Hood, héroe romántico, ángel vengador, espíritu indomable y “el mejor en lo que hace”;  todo eso es Omar. Para más inri, el personaje luce una cicatriz distintiva y, cual superhéroe, dispone de su particular uniforme de combate (gabardina + chaleco antibalas). Omar es una anomalía dentro del universo turbio y lleno de zonas grises de “The Wire”, sin embargo, paradójicamente, se ha erigido por aclamación popular como el símbolo/icono más recurrente a la hora de representar la serie.  Omar fascina a los espectadores, solo así se explica que su figura cope las portadas de los libros monográficos sobre la serie y sea protagonista de un buen número de memes y homenajes varios a lo largo y ancho de la red.

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No hay resistencia posible. El espectador medio de “The Wire”, aún congratulado ante el “verismo” y la complejidad sin parangón que le entregan David Simon y compañía, cae rendido ante el encanto pop de Omar… y eso dice algo acerca de “lo pop”.