Kevin O’Neill

Lo Mejor de 2014: Comics

Top2014 Comics

Top 10 

10 10 Fatale Fatale, de Ed Brubaker y Sean Phillips
Sampayo & Muñoz, Trillo & Bernet, Zentner & Pellejero… ¡Brubaker & Phillips!. Estos dos han conseguido hacerse un hueco entre las grandes parejas de autores que han abordado “lo negro” en cómic generando un opus irrepetible. Hagan lo que hagan, compro!
 
9 09 Las Meninas Las Meninas, de Santiago García y Javier Olivares  
Igual de fascinante como apasionado retrato de un genio que como lúcido ensayo sobre arte. Si quieres saber quién es Velázquez y sentir lo que es Velázquez, ningún libro te lo va a transmitir con la misma pasión y eficacia que éste.
 
8 09 Aama Aama, de Frederik Peeters  
Este año tocó el capítulo final de Aama y la consiguiente posibilidad de valorar la obra completa. Veredicto: Maravillosa pieza de sci-fi que rinde tributo a lo que se hacía en los 70 a la vez que añade conceptos muy de nuestro presente. Clásico automático.
 
7 07 Out of my brain Out of my brain, de Miguel Ángel Martín 
Crepuscular capítulo final de la vida de este Brian, que los más veteranos hemos visto crecer a lo largo de las décadas, configurando una suerte de reverso oscuro de Boyhood. Un cierre crudo (no podía ser de otra forma) a la vez que emocionante.
 
6 06 Cowboy Henk Cowboy Henk, de Kamagurka y Herr Seele 
No se me ocurre mejor comentario que el de Umberto Eco en la contraportada del tomo: “Cownboy Henk no siempre es bueno, pero cuando es bueno, es MUY bueno”. La edición de Autsaider, sublime.
 
5 05 La Técnica del Perineo La Técnica del Perineo, de Ruppert & Mulot 
Ruppert & Mulot abordan el tema del “cibersexo”, de un modo audaz, libre de prejuicios, y, sobre todo, utilizando a tope los recursos narrativos del cómic.
 
4 04 TLOEG. Dossier negro L.O.E.G.: Dossier Negro, de Alan Moore y Kevin O’Neill
Moore y O’Neill llevan al límite su juego metalingüístico y ultrarreferencial. Un titánico homenaje a la cultura popular que, precisamente por su peculiar naturaleza, hemos tardado 7 años en ver editado en español. Indispensable para todo aquel que ame la cultura de masas transmitida por papel impreso.
 
3 sobrecubierta_black_paradox.indd Black Paradox y Gyo, de Junji Ito
Como Maruo, como Hino, como Kago, Ito es uno de los muy grandes del manga. Insólitaamente, desde 2007 hasta 2014 no se editó nada de este autor en España. El misterioso veto ha terminado. Como era de esperar, Black Paradox y Gyo remueven lo consciente y lo inconsciente a nivel profundo. Quiero más…
 
2 02 Arsène Schrauwen Arsène Schrauwen, de Olivier Schrauwen 
Schrauwen, como Ware, mira al pasado del medio tebeístico para proyectarse a un futuro inabarcable y lleno de posibilidades. Con esta obra ha ido más lejos que con ninguna otra. Aún no sabemos a dónde puede llegar, dónde está su cima, pero se intuye alta. Muy alta.
 
1 650_RH28160.jpg Fabricar Historias, de Chris Ware 
Permítanme no ser demasiado original con mi número 1, pero este año no había otra opción. Fabricar Historias es un compendio de la grandeza de Chris Ware y uno de los artefactos culturales más importantes de los últimos años  en cualquier medio de expresión. Punto.
 

También me gustaron:
¡Universo!, de Albert Monteys
Battling Boy
, de Paul Pope
El Bus, de Paul Kirchner
El Momento de Aurora West, de Paul Pope, J. Petty y David Rubín
La Blogesfera, de Bastien Vivés
Gantz, de Oku Hiroya Works.
Hechizo Total, de Simon Hanselman 
Manhattan Projects, de Jonathan Hickman y Nick Pitarra
Mitos del Pop, de Miguel Ángel Martín
Mowgli en el Espejo, de Olivier Schrauwen 
Murderabilia, de Álvaro Ortiz
Nemo. Corazón de Hielo, de Alan Moore y Kevin O’Neill
Orgullo y Satisfacción, de varios autores 
The Private Eye, de Brian K. Vaughan y Marcos Martín 
Prophet, de Brandon Graham y varios dibujantes
Tiempo de Canicas, de Beto Hernandez 
Tyler Cross, de Fabien Nury y Bruno

Asignaturas pendientes (no doy abasto y me han quedado en el tintero, muy a mi pesar)  
Aquel Verano, de Mariko y Jillian Tamaki
Caballero Luna, de Warren Ellis y Declan Shalvey
L’Amour, de Joann Sfar
Silver Surfer, de Dan Slott y Mike Allred
Yo, Asesino, de Antonio Altarriba y Keko

Material de importación interesante: 
Ant Colony, de Michael Deforge
Cosplayers, de Dash Shaw
Doctors, de Dash Shaw
Forming vol. 2, de Jesse Moiniham
Jupiter’s Legacy, de Mark Millar y Frank Quitely
Love and Rockets. New Stories, de Jaime y Beto Hernandez 
Multiversity, de Grant Morrison y varios dibujantes
Outcast
, de Robert Kirkman y Paul Azaceta 
Shaolin Cowboy, de Geof Darrow 
Sugar Skull, de Charles Burns
Transformers vs. G.I.Joe, de Tom Scioli y John Barber

Menciones especiales/notas/reflexiones:

¿Resurgimiento del tebeo infantil/juvenil? El éxito y buen hacer en los tebeos de Hora de Aventuras y los del universo Battling Boy (con nuestro David Rubín implicado) da ciertas esperanzas de regeneración en esa franja demográfica casi totalmente abandonada en ciertos mercados. Ojalá el año que viene se multipliquen iniciativas de calidad como éstas en un sector crucial para la futura supervivencia del cómic como medio no-marginal. 

Lo digital eclosiona en España: La pegada de The Private Eye y ¡Universo! junto con esa pequeña revolución que está siendo Orgullo y Satisfacción demuestran que, más allá de debates fetichistas sobre formatos, el cómic digital es un medio de distribución viable, que produce ingresos para los autores y que da salida a materiales que, tal y como están los mundos, tendrían pocas opciones de existir y (sobre todo) ser rentables en papel. Bien por ello.

Frank Quitely, eres la hostia: Las dosis de Jupiter’s Legacy son un festín, pero lo de Pax Americana con Morrison fue droga dura. Ante la idea de poner tanto esmero creativo, de destilar tanta vanguardia en un one-shot editado en grapa por una editorial mainstream de bochornoso presente, solo puedo aplaudirle con fuerza. En Quitely hay una pasión por lo suyo que ya querrían para sí muchos que se mueven en contextos supuestamente más “elevados”.

Transformers vs. G.I.Joe: Tengo un post a medio escribir sobre este tebeo, pero como me da la impresión de que va a quedarse en el cajón, decir que me fascina tanto desde mi posición de fanboy veterano de ambas franquicias como por su condición de ida de olla experimental. Lo nostálgico, así sí.

Anteriormente:
Lo Mejor de 2006: Comics
Lo Mejor de 2007: Comics
Lo Mejor de 2008: Comics
Lo Mejor de 2009: Comics
Lo Mejor de 2010: Comics
Lo Mejor de 2011: Comics
Lo Mejor de 2012: Comics
Lo Mejor de 2013: Comics

Mills & O’Neill

Marshal Law Forum Marshal Law ECC

Nada menos que 22 años han pasado desde que Forum publicara la primera miniserie de Marshal Law en España. En todo ese tiempo no ha habido ninguna reedición de dicho material, pero semejante agravio ha sido resuelto por ECC hace unos días. Puesto que servidor es fan a ultranza del tándem creativo Pat Mills/Kevin O’Neill, quisiera aprovechar la circunstancia para hablarles de estos dos individuos y su obra conjunta.

Mills & O'Neill

Empecemos por Mills. Este señor ha escrito guiones sin parar desde hace 40 años, no conozco ni el 1% de su obra, pero en base a lo que le he leído, me atrevo a decir que unos de sus grandes intereses es el caos, o más concretamente la gestión del caos. Sus personajes más célebres son obsesos del control. El Juez Dredd, Torquemada, Marshal Law o Defoe son individuos que no aceptan el caos como fuerza regidora del cosmos; libran una lucha imposible para establecer lo que, según su visión del mundo, es el orden. Paradójicamente, esa obsesión ciega por alcanzar su objetivo los convierte en monstruos, en máximos contribuyentes a la sinrazón.

Be pure! Be viglant! BEHAVE!

 

Como contrapartida, Mills tiene en cartera una serie de personajes que son muy conscientes de la naturaleza caótica del universo y actúan en consecuencia, en ocasiones erigiéndose como entidades paganas portadoras de la destrucción purificadora. Tenemos en esta categoría a Lord Weird Slough Feg, Slaine (ambos presentados como encarnaciones del Dios Cornudo celta) y sobre todo Nemesis, un terrorista brujo alien de aspecto y costumbres repulsivos,  que lucha por la libertad de los humanos pese a su repugnancia hacia ellos y sin escatimar en víctimas colaterales entre los de dicha especie. Nemesis es un héroe 100% satánico, un héroe que incomoda al lector tanto por su abyecta presencia como por su actitud libertaria, aún  sustentándose en una visión del mundo más cruel (pero menos engañosa) que la humana. Mills actúa también como agente pagano del caos mediante su escritura.

Lord of Flies

Pasamos a O’Neill. En su caso, la palabra clave es “dolor”. El dibujante es ante todo un retratista de cuerpos sufrientes. Sus viñetas están llenas de pieles sudorosas marcadas por cicatrices, deformaciones óseas y músculos hiperdesarrollados y agarrotados. Una crítica habitual hacia su estilo es que dibuja a los personajes demasiado rígidos; yo no lo veo como un defecto, pues más bien denota en ellos una tensión insoportable, una falta absoluta de relajación muscular. Volviendo a Nemesis, su figura tiene claros ecos gigerianos, podría verse como una variante del mítico Alien, pero una variante envenenadísima. Mientras que del célebre xenomorfo conocemos sus gráciles movimientos, su bello lenguaje corporal, de Nemesis sospechamos todo lo contrario: ese tubo espinal exterior que conecta su cabeza con su tronco, la ausencia de una cavidad bucal remotamente parecida a la humana y ese pesado tronco imposiblemente erguido sobre dos patas de caballo nos hace pensar en el warlock  como una chapuza del proceso evolutivo que, contra todo pronóstico, puede moverse.

Nemesis The Warlock - The Poster

Recapitulemos: dolor, sufrimiento, paganismo, caos… Si juntamos a estos dos señores para hacer un tebeo, el resultado no podría ser otro que un delirio sadomasoquista judeocristiano muy jodido. Con mayor o menor nivel de sátira, Marshal Law y Nemesis the Warlock,  airean toda la mierda que llevamos dentro: obsesión ciega, autoengaño, autodesprecio y rabia descargada sobre terceros. En los primeros episodios de Nemesis, Torquemada se convierte accidentalmente en una especie de monstruo ectoplásmico multiforme, justo lo que más odia. Marshal Law caza superhéroes locos, pero tiene que cargar con el hecho de que él también es un superhéroe; su guerra sin fin contra los tipos en mallas es realmente una penitencia para redimirse a si mismo. De hecho, el propio tebeo surge como una genial ocurrencia metalingüística de Mills: él quería trabajar para el mercado americano, pero allí solo le pedían material superheróico, el cual detestaba con toda su alma; al final creó su serie de superhéroes, o mejor dicho su serie de masacrar superhéroes. Marshal Law es para el escritor un castigo a la vez que una forma de catarsis contra lo que odia.

Marshal Law - Kingdom of the Blind v1990 #1 (1990) - página 14

Marshal Law - Kingdom of the Blind v1990 #1 (1990) - página 15

En fin, una pena que andemos tan escasos de ediciones españolas de la obra de estos monstruos del cómic. A ver si el tomo de Marshal Law vende bien, ECC publica lo siguiente y alguna editorial valiente se atreve con Nemesis…

Década 0, Cara B (IV): Trazos Escarlata

Scarlet Traces - Cover

La de los 00 fue una década prolífica a la hora de recuperar/revisitar/reformular  “La Guerra de los Mundos” de H.G. Wells… bueno, en realidad  lo que llevamos de siglo XXI fue prolífico en recuperar/revisitar/reformular casi cualquier cosa, pero ahora vamos a lo que vamos…

LeagueofExtraordinaryGentlemenv2 #4 - página 17

war-of-the-worlds-spielberg-1

En medio del enfoque posmoderno de Alan Moore y Kevin O’Neill en la segunda parte de “La Liga de los Caballeros Extraordinarios” y la versión cinematográfica de Spielberg/Cruise que trasladaba la invasión marciana a nuestra época, aparecía sin demasiado ruido el tebeo “Trazos Escarlata”  (originalmente “Scarlet Traces”) obra de Ian Edginton (guión) y D’Israeli (dibujo). Poco conocidos puertas afuera del Reino Unido, estos dos autores mantienen  una larga y fructífera colaboración, habiendo producido juntos gran cantidad de páginas para distintas series del mítico semanario 2000 AD. “Scarlet Traces” comenzó como serie de animación web, pero tras el cierre de la página que la alojaba, con muy poco material producido y emitido aún, los autores decidieron dar salida en forma de cómic a los diseños y argumentos que ya habían elaborado, apareciendo serializada en la revista Judge Dredd Megazine, y más tarde en formato comic-book  vía Dark Horse.

Scarlet Traces - página 75

Scarlet Traces - página 76

La novedad de rigor en “Scarlet Traces” respecto a la novela original no consistía esta vez en una reinterpretación de la misma, sino  en ofrecernos su continuación. La acción se situaba 10 años después de la derrota marciana, en una Inglaterra steampunk que había conseguido “descifrar” la tecnología de guerra invasora para adaptarla a usos terrícolas. Una ocurrencia realmente original, pero también muy bien aprovechada: en lugar de continuar con la tónica sci-fi/catastrofista de la “primera parte”, “Scarlet Traces” se movía por los oscuros derroteros temáticos de la conspiranoia, el abuso de poder y los costes humanos del llamado “progreso”.

Scarlet Traces - página 44

 

Scarlet Traces - página 19

 

Scarlet Traces - página 7

 

Scarlet Traces - página 30

 

Scarlet Traces - página 25

Como si de una metáfora ucrónica de nuestro presente se tratara, en el mundo post-invasión de “Trazos Escarlata” la tecnología es un bien accesible a un segmento privilegiado y reducido de la población. Para los que les es negada, su existencia se convierte en un handicap, pues además de no beneficiarse de sus “milagros”, como fuerza de trabajo humana tienen que competir con ella en cuanto a productividad… Es más, han de convertirse en esclavos para que la minoría privilegiada pueda trastear con sus juguetitos. Este tema junto con otros como la conveniencia de cierto tipo de guerras para la economía de un país o el tremendo poder de los estados para “suprimir” las líneas de pensamiento y acción divergentes a sus doctrinas son tratados en clave de thriller futurista, en tan solo 80 páginas con un dibujo de trazo exquisito, muy cercano a la línea clara francobelga pero con su toque 2000 AD puramente británico.

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“Trazos Escarlata” fue publicada en España por Devir en 2004, y desconozco si aún puede conseguirse en librerías. Todavía sin traducción al español están su secuela “The Great Game”, que cuenta el (innecesario pero conveniente) contraataque británico sobre Marte y la precuela, que no es más  que (esta vez sí) la adaptación  de la novela original por parte  Edginton y D’Israeli, integrándola estéticamente en el universo que ellos habían creado para las continuaciones “apócrifas”. Una pena que hayan quedado en el semiolvido.

Dredd

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Sentimientos encontrados a la hora de valorar la nueva adaptación cinematográfica de las aventuras del célebre Juez Dredd. Sobra decir que esta versión le da mil vueltas a la protagonizada por Stallone allá por 1994: han dado en el clavo con el diseño de Mega-City One y han hecho una buena adaptación del uniforme y gadgets del cuerpo de jueces al mundo de la imagen real, la personalidad cripto-pracmática-fascista de Dredd queda perfectamente reflejada, la introducción de la Juez Anderson como contrapunto a la idiosincrasia dreddiana  funciona muy bien (al igual que en los cómics), los guiños a historias clásicas aparecen por doquier a lo largo del metraje, no hay remilgos a la hora de tirar de violencia gratuita…

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Con todo, da la sensación de que falta algo, de que no se ha aprovechado el enorme potencial satírico del material original, de que Pete Travis (director) y Alex Garland (guionista) han descuidado ciertos elementos que han hecho grande al cómic a lo largo de sus más de 30 años de historia. Por otra parte, cabe preguntarse ¿Hasta qué punto es posible la mejora respecto a lo entregado? En cómic está demostrado que el mejor ecosistema para el personaje es la historia corta, con tendencia al exceso, al gag negrísimo/ultraviolento y la moraleja sátiro-fascista pasada de rosca; unas condiciones demasiado “de tebeo” para ser replicadas en formato de largometraje.  Posiblemente los responsables del film decidieron echar mano de los aspectos más cinematográficamente adaptables del (longevo y heterogéneo) cómic sin perder la esencia del mismo.

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Dadas las circunstancias, doy mi aprobación a la peli, y me haría mucha ilusión que funcionara en taquilla para ver más de esta versión de Dredd, pero no me resisto a dejar una propuesta de enfoque para una hipotético tercer intento de adaptación: Una peli compuesta de segmentos cortos, cada uno con su propio director, diseño de producción y actor protagonista, como si de un volumen recopilatorio en papel se tratase, con varios equipos artísticos dando cada uno su versión de este verdadero icono overground. Queda dicho.

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Para cerrar el post, no puedo dejar de recomendarles dos productos relacionados altamente disfrutables. Por un lado el imprescindible tomo “Mega-City Masters 01”, editado por Kraken recopilando historias de auténticas figuras del cómic anglosajón que han dejado su huella en la cabecera: Wagner, Grant, Bolland, O’Neill, Byrne, Gibbons,   McCarthy y un largo y excelso etcétera. Por otro el LP “Drokk: Music inspired by Mega-City One” obra de (el Portishead) Geoff Barrow y Ben Salisbury; detrás del curioso título se esconde la banda sonora originalmente elaborada para el film y que finalmente fue descartada en favor de la compuesta por Paul Leonard-Morgan. Se la dejo a continuación:

De compras por Londres

En un viaje a Londres sería imperdonable no dedicar una fracción del tiempo a la peregrinación friki/subcultural. La verdad, me da vergüenza pensar en lo que gasté. Aquí dejo una relación de algunos de los items más representativos de lo que me llevé para casa.

En Gosh

“The Complete Nemesis the Warlock” vols. 1 a 3 de Pat Mills, Kevin O’Neill, Bryan Talbot y otros.

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Si El Bosco hiciese comics, seguro que le saldría algo muy parecido a esto. Sci-fi bizarra a más no poder.

“The Art of Howl’s Moving Castle”

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Edición anglosajona mucho más barata que su homóloga japonesa, pero igual de impresionante. Poco a poco me haré con los dedicados al resto de las pelis.

“League of Extraordinary Gentlemen: The Black Dossier” y “LoEG: Century 1910” de Alan Moore y Kevin O’Neill

black dossier loeg_century_1910

Lo inédito en España de esta genial cabecera. Moore y O’Neill, cada vez más densos, al límite de la sobrecarga referencial.

“XTNCT” de Paul Cornell y D’Israeli

xtnct

No me explico  la ausencia editorial de D’Israeli por estos lares. Yo cuando puedo, me hago con material suyo.

“Rasl: The Drift” de Jeff Smith

Rasl - The Drift

Jeff Smith nunca fue santo de mi devoción, pero este “Rasl” tiene muy buena pinta.

En Forbidden Planet
¡Menudo templo friki! Aunque no les guste el rollo geek, merece la pena visitarlo:

“Missionary Man” de Gordon Rennie, Frank Quitely y Gary Marshall

Missionary Man Los inicios de Frank Quitely por solo 2 libras. Ya entonces era muy bueno.

“Marshall Law: Fear and Loathing” de Pat Mills y Kevin O’Neill

Marshall Law

Otra ganga: De nuevo por 2 libras, el recopilatorio con la primera miniserie de Marshall Law. Llevaba años buscando el 4º episodio en tiendas de segunda mano; no pude encontrarlo de mejor manera.

“Batman: Strange Apparitions” de Esteve Englehart, Marshall Rogers y Walt Simonson

Batman Strange Apparitions

Una de las mejores etapas del Hombre Murciélago a precio irrisorio ¿Adivinan cuánto?

“The Best of 2000 AD”

Best of 2000 AD

¿Se nota mucho que me empapé de “cultura 2000 AD”?

“Best of American Splendor”, de Harvey Pekar y vv.aa.

Best of American Splendor

Otro tochazo tirado de precio. Eso si, hay partes pésimamente dibujadas.

Máscara de Guy Fawkes  (V de Vendetta)

v-for-vendetta-mask

Volver de Londres sin ella sería un sacrilegio.

En Comicana

“American Flagg! Definitive Collection” Vol. 1, de Howard Chaykin

American Flagg

Quiero leer este tebeo desde hace por lo menos 12 años. Espero que no me decepcione.

En Sister Ray
La mejor tienda de discos en la que he estado en mi vida. Allí me hice con la versión física de algunos de los álbumes que más escucho últimamente, algunos ya comentados en post anteriores (sigan los enlaces):

“Bromst” de Dan Deacon

bromst

“When machines exceed human intelligence” de Harmonic 313

harmonic-313when-machines-exceed-human-intelligence

“O Soundtrack my Heart” de Pivot

pivot-o-soundtrack-my-heart

Tercer puesto en mi lista de lo mejor de 2008.

“The Forest of Oversensitivity” de Prefuse 73 (preciosa portada)

WAP271Packshot480

En HMV

“Where the wild things are” de Maurice Sendak

Where the wild things are

El mítico cuento infantil, cuya adaptación cinematográfica realizada por Spike Jonze está al caer.

En Magma
Me pierden los libros de arte, pero mi cartera ya solo daba para uno, el “Juxtapoz Illustration”

Juxtapoz Illustration