Ya está disponible por los canales habituales “Still Life”, de Jia Zhang-Ke. Este film goza de cierta celebridad en nuestro país por haber ganado el León de Oro de la última Mostra de Venecia, y puesto así en evidencia a la plana mayor de los críticos patrios allí destacados. Ya se sabe, para esta gente lo importante es estar atentos a la alfombra roja y ver películas que se estrenarían en España una o dos semanas después (digo yo ¿Es que para ésas, no hay pases para la prensa aquí?), pasando olímpicamente de las propuestas realmente interesantes y exclusivas del festival, incluída la que nos ocupa.
Zhang-ke continúa con este film su particular recorrido por la geografia china. Esta vez le toca a la zona de la enorme presa de las Tres Gargantas, en la que nucleos urbanos enteros están siendo desalojados ante la subida del nivel del agua que provoca la gigantesca obra. El ambiente generado por tal circunstancia nos es mostrado a través de dos vistantes, cada uno con una historia personal que le hace viajar al lugar.
El film tiene una base argumental mínima, dejando mucho espacio a la contemplación del paisaje y de actividades cotidianas. Puede sonar a aburrido, pero la sensación de “visión de conjunto” que produce es brutal. Temas como la corrupción urbanística, la siniestralidad y precariedad laboral o el comercio de mujeres son tocados sin caer en panfletismos kenloachianos .
El realizador continúa empeñado en enseñarnos las entrañas del “Progreso”. En “The World”, gran parte de las escenas transcurrían en los pasillos, backstages y zonas para el personal de mantenimiento de un parque de atracciones.“Still Life” tiene como escenario las poblaciones semidesiertas al borde del hundimiento, con sus edificios a medio demoler, maquinaria pesada circulando y la gente recogiendo sus bártulos para emprender su éxodo particular .
También se aprecia un esfuerzo por enlazar el estado de ánimo de los personajes con el paisaje. No es casualidad que la mayoría de los diálogos ocurran en localizaciones con unas vistas espectaculares, de una belleza apocalíptica. Solo por ellas merecería la peli un estreno en pantalla grande en nuestro país, o puestos a pedir, en Imax.
Para muchos la reacción tras su visionado será: “es muy lenta”, “no pasa nada”. Aún así, merece la pena arriesgarse.
Hola!
me gustaría proponer un tema. Ya que a menudo en el blog se habla de cine, me gustaría leer algo sobre peliculas relacionadas con ecología.
Creo que no se le está dando a este tema la importancia que se debería y me gustaría proponer algún tipo de mención en el blog
saludos
Bueno. A mi el tema del ecologismo me tufa bastante a doble moral. Me explico: A nadie le gusta el calentamiento global, los impactos paisajísticos y todo eso, sin embargo, nos gusta llevar encima el móvil, el reproductor de mp3, el portátil (y sus baterías)… Tambien solemos dejar encendido el ordenador dia y noche para tirar de eMule, usamos pañuelos de papel, comemos fast-food con cubiertos de plástico, todo lo que compramos viene excesivamente empaquetado, nos encanta el aire acondicionado y ponernos guapos con todo tipo de potingues, etc. Mucho de lo que acabo de enumerar hace poco que existe (al menos masivamente). Estas y otras cosas suponen un consumo de recursos mucho mayor de lo que se puede salvar separando la basura y ahorrando agua. El verdadero ecologismo, sin postureos, supondría cambiar mucho nuestra forma de vida, a una menos cómoda y tecnificada, y casi nadie estaría dispuesto a ello.
En cuanto al ecologismo en el cine, me quedaría con la bellísima «La Princesa Mononoke» de Miyazaki, y el muy freak, pero interesante documental «The End of Suburbia: Oil Depletion and the Collapse of the American Dream», que analiza las consecuencias de un (segun los realizadores) inminente agotamiento de los recursos petrolíferos, y aporta posibles alternativas. Ah, y por supuesto, me produce extrema repugnancia el documental de Al Gore. El muy gilipollas, que tuvo verdadero poder para hacer algo y no movió un dedo, ahora se viene quejando imponiendo autoridad moral.
Por último, y respecto a «Still Life», la película está más enfocada a analizar el coste humano que hay detrás de la construcción de la presa, sin entrar en discursos ecologistas. Esa es otra, la cantidad de progres que hay por ahí intentando salvar el mundo y ejerciendo «la perrez» con sus congéneres.
Menudo chasco se llevo la chusma toda de la prensa.
A los ecologistas militantes había que mandarlos al monte en taparrabos, que los tejidos sintéticos tambien tienen impacto medioambiental (por cierto, cada prenda que llevas encima tiene un buen nivel de explotación humana en su interior, aunque sea fabricado en España).
Que se joda la élite cultural!
Que le den a los ecoligistas!
El mundo se acaba el dia que la palme (yo).
No he visto mucho cine que trate sobre el tema en cuestión pero una que puede interesar es Naves Misteriosas que aunque sea ciencia ficción trata acerca de las ultimas reservas de vida vegetal del planeta y del último intento de conservarlas en el espacio.
Recomendable y curiosa aunque el hecho de ser del año 71 hace que su filosofía hippy ya apeste.
Estoy de acuerdo con mucho de lo que ha dicho David, por eso tampoco veo realista lo que unos pocos sugieren hacer, que es renunciar a todas las comodidades dañinas para el planeta.
La mayoría habla de un desarrollo SOSTENIBLE. Y es que las cosas se podrían hacer mucho mejor de lo que se están haciendo.
Aunque a día de hoy no se esté haciendo nada, soy de las que piensan que hay soluciones viables efectivas… habrá que seguir observando como transcurren las cosas.
Una asociación francesa ha convocado para el jueves el gesto de no utilizar corriente electrica durante cinco minutos. El mail rueda por ahí. Insisten que se trata de un GESTO, algo simbólico, no de un ahorro. Lo menciono por si a alguien le interesa. Aunque me solidarizo con la causa, no sé si lo haré ni yo misma…
Por supuestísimo veré las películas arriba mencionadas. El título de la película de Miyazaki me suena un montón! (la princesa Mononoke) tal vez por algún libro en el que esté basada la peli? o tal vez porque el nombre sea igual al de la protagonista de «Memorias de una Gueisha», tal vez sea en Japón Mononoke como aquí Maria, jeje.
gracias. Saludos desde fuera de los muros.