Demostrado. No hay nada mejor que ponerse a ver una película con expectativas cero.
Al Médem le cayeron palos por todos lados por su última película. El hombre ya arrastraba un historial de pretenciosidad creciente que no auguraba nada bueno. Sin embargo, tan poca cosa esperaba de «Caótica Ana«, que al final hasta me gustó.
El truco quizá esté en no concebir la peli como una reivindicación de las teorías de Brian Weiss sobre la reencarnación, sinó tomar esos elementos como un recurso narrativo de carácter fantástico. A decir verdad, semejante ejercicio de contextualización se hace casi imposible al final de la cinta, pero bueno…
En todo caso, lo de las regresiones hipnóticas a vidas pasadas aporta cierta frescura al «rollito Medem» habitual, siendo las escenas dedicadas al tema las más intrigantes de la película, capaces de producir momentos de terror filo-lynchianos. Por lo demás, tenemos lo de siempre: viajes, encuentros, desencuentros, tetas (a go-go)… En el plano actoral cabe destacar la gracia y el salero que saca Bebe para dar vida a su personaje, … y las tetas de Manuela Vellés.
No se la recomiendo, pues ahora que conté cosas buenas sobe ella, lo más probable es que les parezca horrorosa. Lo que si les recomiendo es que, de vez en cuando vean una película que intuyan infame, el resultado puede ser mucho más satisfactorio que tragarse un año de pubicidad vírica y cientos de noticias «impactantes» para al final, ver el presunto «peliculón» y salir decepcionado .
Y lo de las expectativas funciona igual con la vida, ya verá, haga la prueba.
Yo sí tenía expectativas: empecé a verla con la idea de que me iba a encontrar con la peor película de Medem y me sorprendió que no lo fuera. Es más, creo que es muy superior a Los amantes… y Lucía y el sexo. Antes, pensaba que Medem necesitaba con urgencia alguien que le echara una mano para arreglar sus sonrojantes diálogos. Ahora creo que debería ir más en la dirección de Lynch y prescindir de ellos lo más posible, y también de tramas o explicaciones. Caótica Ana es una película solipsista y hermetica, como un sueño filmado. Cualquier intento de interpretarla o de identificarse con ella está destinado al fracaso. Manuela Vellés me pareció muy prometedora, más cuando iba con el pelo suelto o en plan Louise Brooks que con las rastas del principio, que le sentaban como a un Cristo dos pistolas. El padre, Bebe, Charlotte Rampling, el hipnotista y el saharaui me pareción infames, especialmente la extremeña (que estaba pidiendo a gritos subtítulos). Me gustó el padre de Bebe (hacía muy bien de Papa en Los Borgia) y fue toda una sorpresa encontrarme Gerrit Graham, electrocutado en el escenario en El Fantasma del Paraíso y recibiendo un zurullo en la cara en esta peli, una escena muy criticada pero que a mí me encantó (y no, la coprofagia no me va en absoluto). Medem hará bien de liberarse de todo lastre narrativo y de todo mensaje en futuras películas, porque lo peor son las medias tintas.
Estrellita: No se preocupe, suelo aplicar lo que dice con excelentes resultados.
ddaa: Te doy la razón con lo de las medias tintas. Por desgracia eso pasa mucho en el cine español. Y por cierto «El Fantasma del Paraíso»… PELICULÓN!!!