Ya van 5 años sin novedades de David Lynch en el terreno del largometraje. Parece que el hombre anda más interesado en otros proyectos como su (horrible) aventura en la música electrónica y el lanzamiento de su marca de café Signature Cup Coffee.
Quién iba a decir que precisamente esa campaña de marketing nos iba a traer de vuela al mejor Lynch, con un spot/corto que no solo condensa lo mejor de su filmografía, sino que sigue desarrollando las opciones estilísticas abiertas en “Inland Empire”. Este diálogo entre el propio Lynch y la cabeza de una Barbie lo tiene todo: surrealismo, nostalgia, romanticismo extremo, violencia y glamour brumoso. Todo con la máxima economía de medios:
Y a continuación otra pieza publicitaria, no tan lograda pero dotada de un sentido del humor netamente lynchano:
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