Creo que el principal atractivo de esta anécdota consiste en el clamoroso absurdo que emana de ella. Nadie entiende cómo Soraya llegó a pronunciar “poyeya” de un modo tan insistente y tan nítido. Nadie quiere pensar en ello. He podido comprobar que en lo referente al “poyeya” y las circunstancias de su aparición la gente ríe y hace burla, pero evita a toda costa analizar la aberración de la que se está mofando. Mi hipótesis sobre el “poyeya” es que Soraya lo articuló deliberadamente, pero no lo hizo para polemizar o llamar la atención, sino que fue producto de una técnica vocal desafortunada. Alguien de la academia de O.T. (o incluso ella misma en una libre interpretación de lo aprendido en las clases) le recomendó cantar las palabras “por ella” con una dicción peculiar a fin de lograr el efecto contrario del que finalmente obtuvo; es decir, Soraya intentaba vocalizar un “por ella” sublime, un “por ella” con dolby surround. Debieron de explicarle que dadas las características especiales del sistema de sonido y la algarabía que reinaba en la sala era mejor alterar la pronunciación de las palabras, idiotizarlas de alguna manera para que sonaran normales. Algo parecido a eso que dicen sobre el cine, que si quieres que una vaca filmada parezca realmente una vaca es mejor filmar un caballo blanco con manchas negras.
Miguel Noguera en “Ser madre hoy”
Con el nuevo libro de Miguel Noguera me estoy descojonando todavía más que con el anterior, que ya es decir. ¿Para cuando un Ultrashow en Galicia?!!!!.
P.D.: Fíjense que en la cita va incrustada otra cita. Un gag aparecido en una famosa serie de TV. Un fabuloso (no) premio al que la encuentre.
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