Afortunados los que tengan cerca un cine donde se proyecte en 3D “La Cueva de los Sueños Olvidados” de Werner Herzog, yo no soy uno de ellos. Para una vez que la tecnología estereoscópica tiene una finalidad lírica más allá del puro espectáculo palomitero, la escasa distribución del film nos priva de experimentar el resultado a gran parte de la población. He podido verlo en casa, en tradicional 2D; me ha parecido fantástico, pero en ciertas secuencias queda claro que te estás perdiendo algo. No ocurrió lo mismo con “Into the Abyss”, concebido a la manera tradicional y ya disponible por “vías alternativas”, donde el excéntrico director alemán ofrece su punto de vista respecto a la pena capital en los EEUU a través de un caso real.
Conroe, Texas, año 2001. A dos jóvenes “balas perdidas” se les antoja el coche de un conocido suyo y en el proceso del robo asesinan a 3 personas. Michael Perry, uno de los perpetradores es condenado a muerte y su socio, Jason Burkett, a cadena perpetua no revisable a condicional hasta el año 2042. En la primera parte del documental Herzog nos cuenta el crimen a través de entrevistas a los culpables, testigos y oficiales encargados del caso. No hay lugar a duda, pruebas irrefutables confirman que Perry y Burkett lo han hecho. Tres vidas segadas y dos familias destrozadas porque un par de cabezas locas querían un coche que no era suyo. Herzog elimina de un plumazo el argumento “¿y si son inocentes?” de su alegato contra la pena de muerte. Deja al espectador rabioso ante lo ocurrido y con la sensación de que esos dos se merecen lo que les echen.
Herzog se pone a si mismo en una situación difícil para que aceptemos sus tesis anti pena capital, pero enseguida da la vuelta a ese primer acto con una devastadora segunda parte. En el desarrollo de nuevas entrevistas a familiares y amigos de asesinos y asesinados, nos damos cuenta de que a lo mejor el abismo al que hace referencia el título del documental no es el corredor de la muerte, sino la localidad de Conroe. La población se destapa como una sociedad borderline, llena de dramas familiares, crimen, analfabetismo y fundamentalismo religioso, donde quien más quien menos tiene algún familiar en la cárcel. Herzog planta en nuestras mentes la terrible sospecha de que a los implicados en el caso (víctimas y verdugos) les ha tocado una macabra lotería fruto del ambiente viciado en el que han crecido, pero que en su sitio habían podido estar otros vecinos suyos, y el bombo sigue girando…
Para terminar, Herzog se centra en el mecanismo de ejecución de la pena. Un proceso frio, absurdo, pulcramente documentado y absolutamente terrorífico que recuerda mucho a los procedimientos aplicados por los nazis en sus campos de concentración. Un proceso cuya mano ejecutora es en último término la de unos operarios públicos convertidos en verdugos modernos.
En definitiva, Herzog culmina con éxito otra de sus exploraciones sobre un territorio extremo, esta vez más psíquico que físico.
Tráiler:
Al Ataaaaaaaaaque!!!!!!!!!
Preferiría que dirigiese alguna película pero a falta de pan buenos son los documentales.
La veo en cuanto pueda, ya te diré. Un saludo!
Vedla que no os arrepentiréis. El enfoque Herzog evita el panfletismo en el que suelen caer los documentales (y películas «normales») que tratan estos temas.
Además un detalle que no mencioné en el post: su vena paródica sigue ahí, aún en un contexto de semejante gravedad. Pero lo maneja muy bien, sin caer en la falta de respeto a bocajarro.
Esa vena paródica de la que hablas la encontré en un documental sobre el monstruo del lago Ness (no recuerdo el título). Me gustó mucho, y hasta la fecha es lo único que he visto de Herzog, me apunto esta también.