Top30 (VIII): Darkseed

Darkseed

Se aproximaban las navidades del año 1992, y tanto mi hermano como yo deseábamos una Super Nintendo con todas nuestras fuerzas. Se lo «dejamos caer» a nuestros padres, pero ellos nos propusieron pillar un PC en lugar de la máquina de Nintendo, pues nos serviría para otras cosas además de jugar. Pese a que con el cambio nos perderíamos el «Street Fighter II» y otros juegazos exclusivos para el Cerebro de la Bestia, no podíamos negar que el trato era razonable, así que nos quedamos con el PC. Un flamante 386-SX con 2 Mb de RAM, 40 Mb de disco duro, diskettera de 3.5″ y MS-DOS 5.0 preinstalado. También «preinstalados» venían unos cuantos juegos, pero el mejor de ellos iba en su paquete original, se trataba de «Darkseed«, desarrollado por  Cyberdreams .

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«Darkseed» pertenecía al (hasta entonces desconocido para mi) género de las aventuras gráficas, que de aquellas reinaban en el mercado de los «IBM-Compatibles». Cyberdreams era una compañía recién formada que pretendía distinguirse de sus competidoras ofreciendo software de altísima calidad, cuidando al máximo todos los aspectos de la elaboración de un juego. En este primer lanzamiento unen fuerzas con el pintor/ilustrador suizo H.R. Giger, famoso por ser el diseñador del Alien de la peli de Riddley Scott, para crear una aventura de tintes lovecraftianos con una estética basada en la siniestra obra de este genial artista.

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El juego nos ponía en la piel de Mike Dawson, un escritor que, tras mudarse a un caserón victoriano en un pequeño y tranquilo pueblo, empieza a sufrir  pesadillas en las que es sometido a terribles intervenciones quirúrgicas por parte de unas horribles entidades biomecanoides. Poco a poco se dará cuenta de que esas pesadillas no son únicamente producto de su imaginación, y que él es una pieza fundamental en los planes de esas criaturas para atravesar la barrera que separa nuestro mundo del suyo. Una historia no demasiado original, pero que unida a los (por entonces) alucinantes gráficos del juego y los diseños de Giger, resultaba en una experiencia de juego tremendamente absorbente, y a ratos terrorífica.

Los creadores de «Darkseed» aprovecharon a tope, y de forma muy inteligente la limitadas capacidades del estandar VGA. Como solo era posible mostrar 256 colores diferentes en pantalla, a elegir en una paleta de miles, decidieron utilizar una gama de marrones/ocres para representar el «mundo real», mientras que para el «mundo Giger» se basaron exclusivamente en tonos de azul, generando así un fuerte contraste entre ambos y creando de paso la percepción de una riqueza cromática muy por encima de los resultados habituales en la época. Mención aparte merecen las escenas cinemáticas de las pesadillas, sin duda lo más terrorífico jamás creado para un videojuego hasta la fecha.

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En cuanto a jugabilidad, la interfaz era muy intuitiva, pero la dificultad era excesivamente elevada. Al contrario que en las geniales aventuras gráficas de LucasArts, en las que si quedabas bloqueado podías dar vueltas por ahí a ver si se te ocurría algo, en «Darkseed» estaba todo cronometradísimo, y si no realizabas ciertas acciones  en el momento adecuado, era imposible seguir. Lo peor de este planteamiento de juego es que  realmente no sabías en que momento dejabas de hacer bien las cosas, y podías estar horas perdido por los escenarios sin saber que no había oportunidad de avanzar. Estuve meses enganchado al juego, pero no fui capaz de terminarlo.

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Cuestiones videojuegiles aparte, «Darkseed» me convirtió en fan de H.R. Giger. A la primera oportunidad que tuve, vi  (y flipé con) «Alien«. El monográfico de Taschen dedicado al artista fue el primer libro  de la célebre (y económica) editorial de artbooks que compré (ahora tengo la casa llena). También intenté hacerme con alguno de los míticos  volúmenes a gran formato publicados por Galerie Morpheus, como los «Necronomicon«, el «Biomechanics» o el libro de diseños de Alien, pero sus precios, cercanos a las diez mil pesetas de la época me hicieron desistir. Eso si, cuando en el 97 Taschen sacó un segundo tomo más tocho y lujoso dedicado al artista, «www.HRGIGER.com«, ahí estaba yo apoquinando las tres mil y pico pelas que costaba.

alien_movie_poster      Los Mitos de Cthulhu

Siguiendo esta cadena referencial, en esa época devoré un buen montón de relatos de Lovecraft, así como el volumen completo de «Los Mitos de Cthulhu» editado por Alianza Editorial con un tamaño de letra que dudo hoy sea capaz de leer.

Las aspiraciones de Cyberdreams en cuanto a fusionar los videojuegos con otras formas artísticas creo que fueron bastante productivas en mi persona.

Enlaces de interés:
Descargar Darkseed (Requiere emulador de MS-DOS para jugar)
Web oficial de H.R. Giger
Galería de imágenes de H.R. Giger

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