De compras por Berlín

Berlín

Momento ya clásico en este blog de dejar testimonio de las salidas de shopping en lugares que se prestan mucho a ello. Esta vez le toca a Berlín. Espero que sirva como guía a la gente “de mi palo” si se anima a darse un voltio por esos lares.

Saturn prepaid-glasspane-surfstick-bild
Para no preocuparse por cuestiones de conectividad, recomiendo a todo viajero que se pase por cualquier gran superficie  tipo Media Markt y se agencie un modem 3G USB prepago. Suelen incluir alguna promoción de bienvenida suficiente para cubrir las vacaciones. En mi caso pillé por 15€ en Saturn un stick de la operadora 02 que incluía 5 días de conexión sin tope de tráfico y con una velocidad real de 7,2 Mbps. Cada día tenía que introducir un código para navegar gratis, pero los cinco me llegaron para la semana entera porque cuando le daba por ahí al cacharro, te proporcionaba acceso a internet sin usar clave. Parece que el libertinaje berlinés se contagia hasta a sus aparatos electrónicos.

Grober Unfug
Esta librería especializada en comics me quedaba a un paso del hotel. Aproveché la tesitura para hacer acopio de material sin tener que cargar con ello en los maratonianos recorridos que nos hicimos. El alto nivel de inglés de los alemanes hace posible que casi nada en ese idioma se traduzca, poniéndose directamente a la venta las ediciones originales… mejor para mí. Allí me hice con los dos volúmenes del “The Acme Novelty Date Book”, excelsos facsímiles de los cuadernos de notas de Chris Ware en los que se demuestra lo buen dibujante realista que también es. Caí en la tentación con otro lujo wareano, la carpeta de láminas-comic recopilando algunos de sus trabajos para el New Yorker.

Chris Ware - Acme Novelty Date Book

En una esquina de la librería me encontré con la obra completa de Johnny Ryan. Me llevé lo que me faltaba de este irreverente autor: “The Comic Book Holocaust” y “New Character Parade”, dos auténticas becerradas.

The Comic Book Holocaust New Character Parade

 

Modern Graphics
Otra de comics, situada en el corazón del Kreuzberg. Un local ni pequeño ni grande, pero cargadísimo de material. Encontré ofertas espectaculares entre las que destacaría el enorme (en todos los sentidos) “Breakdowns” de Spiegelman por 10 euros. También pillé de saldo el primer volumen de “The Mask” y el “Mighty Love” de Chaykin.

Art Spiegelman - Breakdowns mg

Ya a precio de portada, cayeron en mis garras “Tales of Error”, de lo poco que me faltaba de Thomas Ott (edición en formato álbum además) y “New Engineering” de Yuichi Yokoyama. Este último tenía una esquina de la portada un poco chafada (nada serio); por ello, y sin queja previa por mi parte, el vendedor me rebajó dos euros. Todo un detalle.  

NewEngineering Tales of Error

Space Hall
Posiblemente la mejor tienda de música electrónica del mundo. Está compuesta por dos locales en la misma calle, uno para CDs y otro (enorme) para vinilos, donde tenían un buen montón de cabinas con platos para escuchar los LPs. Pese a no disponer de tocadiscos, las grandes fundas de los vinilos me hipnotizaron y me hice con un par de ellos, el mítico “Come to Daddy” de Aphex Twin y el “Rhythm” de Frank Bretchneider. Ahora tendré que comprar el aparato para escucharlos.

Space Hall

En CD me agencié “Test Pattern” de Ryoji Ikeda y “Mimikry” de anbb, mejores discos de 2008 y 2010 respectivamente según este blog; ambos del sello alemán Raster-Noton. También cayó el lujosamente empaquetado recopilatorio “Fünf”, que celebra los cinco años de vida del sello Ostgut-Ton, con tracks grabadas en el famoso club Berghain.

image anbb - Mimikry

Hard Wax
Otra gran tienda de vinilos dedicada exclusivamente a la electrónica y muy orientada hacia el mundo del clubbing. Me fui de allí de vacío, pero dejo referencia de ella porque creo que vale la pena visitarla: en el fondo de un callejón sin salida, flanqueada por un taller de motos y otro de bicicletas y ubicada en el tercer piso de un edificio destartalado lleno de pintadas por las escaleras. La tienda en sí, supercool, con cabinas para escuchar vinilos y sillones estilo Bauhaus roídos. Estaba todo muy silencioso y vacío, por ello no me atreví a hacer fotos del interior.

Hardwax

Flohmarkt am Arkonaplatz
Está visto que las actividades más extendidas en Berlín para los domingos son irse de picnic y/o de compras a alguno de los mercadillos (o flohmarkts) que abren ese día de la semana por toda la ciudad. En el de Arkonaplatz me encontré con un puesto donde se vendían comic-books americanos de todas las épocas a precios de ganga: un paquete con 10 “Fantastic Four”, todos de la era Byrne, 5 eurillos. Ejemplares de “Demon” o “New Gods” de Kirby a 6€, bizarradas DCeras de la edad de plata a 2€ la unidad… El vendedor superamable, según iba yo seleccionando los tebeos, me iba haciendo rebaja por cantidad… el tío regateaba él solo!

Arkonaplatz 

Flohmarkt am Mauerpark
De los tres flohmarkts que visité éste era el más extenso. Merece la pena ir solo por experimentar la vidilla del macro-picnic adyacente, plagado de artistas y graffiteros haciendo de las suyas. Encontré un puesto que parecía hecho a mi medida: tenía comics, libros de ilustración y vinilos de electrónica y Krautrock. No cargué demasiado, solo llevé un libro de ilustraciones de Yoshitaka Amano dedicado íntegramente a ”Comando-G“ y un maxi de Mika Vainio. También allí se dio el extraño caso del autorregateo.

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Esto es todo, a grandes rasgos. Como turista y como consumidor compulsivo de cultura pop, les recomiendo Berlín encarecidamente.