El Víbora

Very Casual

Very Casual

La primera imagen neocárnica con la que recuerdo haberme impresionado la encontré hace casi 20 años en un viejo Víbora de mi tío. Era obra de Charles Burns; se trataba de un colchón en llamas, un colchón de carne (viva) forrado de piel (viva). Una imagen tan insólita como poderosa que, casi por si sola, definía la idiosincrasia de Burns.

De la misma forma, el “ciervo manchado” que aparece en la portada de Very Casual nos da una idea muy clara de la aproximación personal de Michael DeForge al mundo de la nueva carne. En el interior del volumen se explica con detalle lo qué es esa cosa: un bicho sin esqueleto y carne de babosa,  hermafrodita, ciego, que capta la realidad a través e las vibraciones del ambiente y cuyos “cuernos” son realmente una especie de gusanos con los que vive en simbiosis. Aparte de eso, el bizarro animal posee un grado de inteligencia similar a la humana y ambas especies mantiene relaciones sociales y laborales (pueden leer la historia aquí). ¿Da un poco de regomello, no?

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El universo de Michael DeForge es una gigantesca Interzona burroughsiana representada según la estética de Hora de Aventuras. Un mundo dónde hueso, músculo y piel conviven con carne negra invertebrada, lleno de individuos poseedores de extrañas habilidades y vicios todavía más raros.  Un mundo que se rige por unas reglas supuestamente ajenas a nuestra experiencia real, que sin embargo, a cierto nivel, llegan a resultar incómodamente familiares.

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DeForge se ha movido durante años en el mundillo de los webcomics y minicomics. Resultaba difícil (y caro) conseguir material impreso de este artista. Últimamente ese problema se ha subsanado con la aparición de material suyo en el circuito comercial mainstream. Very Casual en concreto es un recopilación  de una parte de esa ingente bibiliografía de obritas dispersas que ha ido dejando por ahí,  y la que mejor idea da de los parámetros en los que se mueve el autor canadiense. Un digno heredero de sus compatriotas neocárnicos David Cronenberg y Dave Cooper, con personalidad y frescura suficientes como para pensar que al “movimiento” le queda todavía una larga vida.

Reseñas Express (Comics): “Paquidermo”, “Pinocchio”

Más asignaturas pendientes de 2009, esta vez en el terreno tebeístico:

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Paquidermo de Frederik Peeters

Peeters es uno de los dibujantes/narradores  más dotados de los últimos tiempos. Basta echar un vistazo a sus planchas para darse cuenta de su habilidad para componer y planificar. Si ese talento se pone además al servicio de una historia como la de Paquidermo, ambientada en una Suiza post Segunda Guerra Mundial y plagada de fugas oníricas, el resultado no puede ser menos que impresionante a nivel visual. Más dudas tengo con la susodicha historia, que peca de demasiado explicativa para el universo surrealista que pretende desarrollar. Con todo, un tebeo que confirma que cuaquier cosa publicada por este señor supone satisfacción garantizada.

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Pinocchio de  Winshluss

Cuando vi por primera vez el magníficamente editado Pinocchio, con su chriswareana portada, lo prejuzgué automáticamente como una inocua delicatessen gráfica. Nada más lejos de la realidad, porque la obra de Winshluss no desmerecería nada entre las páginas de El Víbora en su época más destroyer. Se trata de una deconstrucción underground del famoso cuento de Collodi que me trajo recuerdos de lo que hiciera Max con Peter Pank.

Pinocchio viñetas

Como iba diciendo, el tebeo es una maravilla gráfica en la que el autor modifica constantemente su estilo, y aprovecha la extensión de la obra para referenciar y/o homenajear a un buen montón de grandes cartoonists, desde Walt Disney a Art Spiegelman, así como para desviarse de la trama principal y confeccionar pequeñas y amargas historias protagonizadas por personajes secundarios. Mención aparte su magnífica narrativa gráfica que prescinde de textos y diálogos en el 70% de las páginas.

Top30 (XVI): Brut Comix

Brut Comix

En estos tiempos de “Novela Gráfica” resulta paradójico pensar que a mediados de los noventa la grapa fuese considerada como la gran esperanza del tebeo en España. Eran tiempos de crisis para la historieta (¿cuándo no?), y en las editoriales pensaron que el formato comic-book (cuadernillo) , más allá de dar soporte a  aventuras de superhéroes, podía servir para dar salida a otro tipo de material más exótico de manera económica a la vez que rentable. Editoriales grandes y pequeñas recurrieron a este modelo para dar a conocer nuevos talentos patrios (muchos de ellos se ganan ahora la vida en los mercados americano y francobelga), reeditar obras de calidad difíciles de conseguir en sus ediciones originales o arriesgar con material extranjero poco conocido por estos lares.

Mr Brain #5    El Baile del Vampiro #2

En este panorama destacó sobre las demás iniciativas el mítico sello “Brut Comix” de la editorial La Cúpula. Esta colección de tebeos de grapa en blanco y negro y con tapas de cartón predicó la “filosofía underground” cultivada por la revista “El Víbora” desde hacía ya varios lustros. Por un lado sirvió para sacar nuevo  material de autores americanos conocidos aquí gracias a la revista como los Bros. Hernandez (“Locas”, “Rio Veneno”), Charles Burns (“Big Baby”, “Burn Again”, “Black Hole”) o Robert Crumb (“Art & Beauty”) pero también para promocionar nuevos valores transatlánticos como Daniel Clowes, con su impactante “Como un guante de seda forjado en hierro”, Peter Bagge (“Mundo Idiota”) o Chester Brown (“El Playboy”).

burn again    Como un guante de seda forjado en hierro #3

Como no, en el sello tampoco faltaron autores patrios. Lo más destacado en ese aspecto quizá fuese “Brian the Brain” de Miguel Ángel Martín, donde suavizó (un poco) su (extremísimo) discurso para contarnos las andanzas de un niño mutante en un futuro que visto ahora es casi ya presente. Tampoco estuvo mal el hiper-angustioso “El Resentido” de Juaco Vizuete, un autor que por desgracia no se prodigó demasiado posteriormente.

Brian The Brain #1   El Resentido #1

Otro gran aporte de los Bruts fue el traer material europeo externo al “Universo Album Francobelga”. Impactado quedé con las escalofriantes  historias mudas del suizo Thomas Ott o con los pasajes de la América bizarra narrados por Mezzo y Pirus.

Hellville   killers

En lo que a mi respecta, descubrí a la mayoría de autores comentados en este post gracias a estos baratos cuadernillos, una compra obligada en cada visita a la librería especializada. Ni que decir tiene que mi cultura tebeística aumentó enormemente con estas lecturas.

Anteriormente en Top30:
Intro (qué es Top30)
Ulises 31
Los 4 Fantásticos
Secret Wars
Transformers
Batman y los Outsiders
Batmanía
Dragon Ball
Darkseed
Parque Jurásico
John Byrne’s Next Men
Trilogía Nikopol
La fOntana y la sOnda
12 Monos
Pulp Fiction
Wipeout

Reseñas Express (Comics): "Batman Año 100", "La Virgen del Burdel", "Bitch"

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Batman Año 100 (Paul Pope)

Resulta frustrante que tebeos tan reguleros como «Arkham Asylum«, «El Largo Halloween» o «Silencio» se hayan incorporado tan rápido al «Canon Batman», mientras que otros, como este magnífico «Batman Año 100» pasan por las estanterías sin pena ni gloria.

Batman Año 100

La acción se sitúa en el año 2039. En un mundo en el que la privacidad es pura ilusión, la anomalía conocida como Batman se ve implicada en el asesinato de un agente federal. El Hombre Murciélago, acorralado y con sus secretos a punto de ser descubiertos, se verá obligado a demostrar su inocencia, aunque ello suponga enfrentarse a ciertos altos cargos del stablisment que pretenden utilizarlo como cabeza de turco.

Pope se sirve del concepto de «identidad secreta» para desarrollar una historia de tintes orwellianos y ritmo frenético. El autor explota al máximo su pulso narrativo en largísimas y adrenalínicas secuencias de acción que no dejan un momento de respiro. Tampoco pierde su toque de genio a la hora de mostrarnos esos «futuros cercanos» tan de su gusto, llenos de mugre, arquitectura caótica, cachivaches hi-tech y diseños de vestuario super-fashion. Probablemente, el mejor tebeo de Batman en lo que va de siglo.

La Virgen del Burdel (Hubert & Kerascoët)

Planeta sigue sorprendiendo con su linea económica de BD.  «La Virgen del Burdel» recopila el primer arco argumental de la serie «Miss Pass Touche» . Con un dibujo influenciado por los grandes nombres de la «nouvelle BD» (Sfar, Blain…)  y un excelente coloreado  de paleta impresionista, se cuenta la historia de Blanca, una joven sirvienta en el París de los años 30, que, tras el asesinato de su hermana, decide ponerse a trabajar en un prostíbulo de lujo con la esperanza de descubrir a los responsables del crimen.

lLa Virgen del Burdel

Los autores despliegan una emocionate trama de crimen y misterio a la vez que reconstruyen  los ambientes de vicio e hipocresía en los que se movía la alta sociedad francesa de entreguerras. Un excelente tebeo con una relación calidad/precio difícil de superar, y un estilo de dibujo que no se ve excesivamente perjudicado por el formato reducido de esta edición española.

Bitch (Miguel Ángel Martín)

bitch

La Cúpula recupera en formato «novela gráfica» la última serie que M.A. Martín realizara para la revista «El Víbora«. A través de las vivencias de una joven grafitera, Martín ofrece su particular visión acerca de temas tan diversos como la globalización, el movimiento antisistema, el neofascismo, la familia, las modificaciones corporales o el  conflicto Israelí-Palestino. No encontrarán aquí sermones moralistas, ni soluciones para arreglar el mundo,  ni otras tonterías políticamente correctas, solo una exposición cruda y lucida de la realidad que invita a la reflexión. A nivel gráfico, el leonés alcanza en este tebeo sus máximas cotas de depuración, tanto en el dibujo de lineas extra-limpias como en un inteligente y llamativo uso del color. Tras el blanco y negro de «Playlove«, esperemos que no tarde mucho en ofrecernos un nuevo trabajo a color.

Playlove

Playlove

Ya me estaba asustando el caso de Miguel Ángel Martín. Desde el cierre de la revista «El Víbora«, no aparecía nuevo material suyo por ningún lado. Todo indicaba que, como tristemente viene pasando con otros grandes autores de cómic patrios, Martín habría dejado el «negocio» para dedicarse a otros más rentables menesteres. Por suerte para sus lectores, la publicación de «Playlove. Donde las calles no tienen nombre» demuestra que eso no ha ocurrido.

Lo primero que llama la atención de este regreso es la forma que ha elegido el autor para llevarlo a cabo, al dar los derechos de edición de esta novela gráfica a la pequeña editorial de «libros normales» «Rey Lear«, ajena al circuito de librerías especializadas y listados de novedades tebeosféricos. Yo mismo la descubrí casualmente en La Casa del Libro hace pocos días, y lleva en el mercado desde mayo. Este acercamiento al mercado generalista no se limita a la editorial, sino que se extiende al formato, pues por el tamaño, diseño de la cubierta y (por desgracia) calidad de papel, el tebeo aparenta una novela convencional. La apuesta de Martín es clara: hay que salir del ghetto.

Quizás por esta razón  «Playlove» está exento de ese extremismo explícito propio de su autor. La ultraviolencia y el bizarrismo sexual son dejados de lado, pero lo que sigue muy presente es una visión del mundo directa y sin concesiones, que humor negro mediante, pone de manifiesto el nivel de autoengaño al que está sometida nuestra sociedad. Para ello, nada mejor que ahondar en la mascarada social por excelencia: las relaciones de pareja. Martín expone sus teorías a través del ya clásico recurso de «soltar» a un personaje liberado de los cánones sociales (o al menos con un nivel de autoengaño inferior a la media) entre un grupo de gente «normal» que, irremediablemente se verán obligados a afrontar directamente esa realidad que saben está ahí pero se empeñan en evitar.

Altamente recomendable, sobre todo para aquellos que hasta ahora huyeron de M. A. Martín a causa de su radicalismo formal.

Banda sonora del post:
Pet Shop Boys – «Where the streets have no name (I can’t take my eyes off you) «