julio 2010

Energy Field

Jana Winderen Energy Field

Ya he comentado en alguna ocasión lo mucho que me fascina el océano desde el punto de vista de “otro mundo que está en este”.  Vivimos en un planeta donde el 70% de su superficie es tan hostil a la vida humana como lo pueden ser Venus o Marte; esto viene causado por su particular atmósfera: el agua, que paradójicamente es la sustancia base de nuestro organismo y de la cual depende nuestra supervivencia. Si pensamos en lo poco explorados que están la superficie y el fondo oceánicos, llegamos a la conclusión de que vivimos en un planeta mucho más misterioso y desconocido de lo que pueden hacernos creer las “omniscientes” fotos satelitales del Google Maps.

arbol_marino

Jana Winderen ha conseguido captar ese hálito misterioso e inabarcable de lo marino como mejor sabe hacer: registrándolo sonoramente. ”Energy Field“ está compuesto por tres largas piezas montadas en base a grabaciones realizadas en el Mar Báltico y en las costas de Groenlandia. Dicho material ha sido recogido mediante hidrófonos (micrófonos para el medio acuático) y descubren un mundo que parece estar situado en la otra esquina de la galaxia. No dejen de escucharlo.

Jana Winderen – “Aquaculture” (fragmento):
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Top30 (XXII): La Caída

No sé ustedes, pero en lo que a mí respecta, una vez introducido en el mundo laboral me di cuenta que ciertas “prácticas intelectuales” solo son posibles disponiendo de ingentes cantidades de tiempo libre… o sea, haciendo vida de estudiante.

La Caída

En ese saco metería sin duda mi obsesión por el Existencialismo ocurrida a principios de los dosmiles.  Leí un buen montón de novelas, obras de teatro y ensayos pertenecientes a esta corriente filosófica. Ahora, visto con perspectiva, puedo decir que todo lo que realmente me interesa del tema está contenido en una novela: “La Caída” de Albert Camus.

Se dice que Camus fue un excelente novelista, pero un filósofo bastante limitado. Soy de los que pienso que sí era un buen filósofo, pero que expresaba mejor sus ideas sobre una novela que en forma de ensayo, cosa que  los puristas de “lo teórico”  miran con cierto desdén. Las ficciones son más adecuadas para plantear interrogantes sin respuesta clara, o con respuesta ambigua, y en esos terrenos Camus se mueve como pez en el agua. Precisamente en “La Caída” desarrolla, entre otros, un tema clave del pensamiento existencialista: el juicio de “el otro” sobre uno mismo. Este asunto se asocia habitualmente a su colega Jean Paul Sartre, pero en lo que a mi respecta saqué más en limpio de esta novelita que de los tostones sartreanos.

La cosa va de un abogado bienhechor, enchido de satisfacción por su propia bondad y el respeto y admiración que inspira en sus amigos y conocidos. Una fría noche paseando al borde del Sena, le parece escuchar un grito proveniente de un puente. No ve a nadie, pero sospecha que alguien podría haber caído al agua. Para evitar el dilema moral de acudir o no al rescate, que implicaría un gélido y peligroso chapuzón, se hace el tonto y sigue andando sin comprobar nada. En los días posteriores, el (secreto) suceso comienza a obsesionarle cambiando su percepción de la realidad: a lo mejor no era tan querido, ni tan bueno, ni tan poco egoísta, y a lo mejor sus amigos no eran tan amigos… Infierno psicológico montado, con reflexiones tan ambiguas que el lector ha de sacar sus propias conclusiones acerca de la situación.

Respecto al dilema inicial del rescate, yo tengo una respuesta clara, y es la misma que da el personaje de  Woody Allen en “Manhattan”:

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Actualización/Corrección: Tras echarle una ojeada a la novela caigo en la cuenta de que el suceso del puente difiere un poco a como yo lo cuento, el narrador/protagonista no oye un grito sino «una risa que se alejaba» y que «solo podía venir de abajo»… osease, que el teórico accidentado podría ser un suicida. En fin, hace casi una década (ya?!) que leí el libro y mi memoria no es perfecta.

Anteriormente en Top30:

Intro (qué es Top30)
Ulises 31
Los 4 Fantásticos
Secret Wars
Transformers
Batman y los Outsiders
Batmanía
Dragon Ball
Darkseed
Parque Jurásico
John Byrne’s Next Men
Trilogía Nikopol
La fOntana y la sOnda
12 Monos
Pulp Fiction
Wipeout
Brut Comix
La Casta de los Metabarones
Ænima
Carretera Perdida
The Invisibles
Cosecha Cinematográfica del 99

Dos (fascinantes) piezas breves

La intro de programa de TV y el tráiler, dos miniproductos audiovisuales cuyas funciones oscilan entre la propaganda, la imagen de marca y el  puro relleno. No por ello muchas de estas piezas dejan de rebosar genialidad. Hoy he visto dos muy buenas:

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La intro, la del programa “De buena ley” (juicios populares televisados, ya saben). Esas personas de la calle representadas como minúsculas figuritas, rodeadas por sobredimensionados objetos, símbolos de aquello que rige nuestras vidas y nos subyuga. Solo falta una mano gigantesca manejando las figuras (¿Dios?) para definir completamente la dimensión mítica del corto.

El tráiler, el que promociona “The Social Network”, la nueva de David Fincher, a estrenar en otoño. En ella se cuenta el siniestro origen de Facebook, esa pieza de software que demuestra que una idea realmente puede cambiar el mundo. Si de algo ha sido impulsora esta red social es de la hiperemotividad de todo a cien que podemos ver a diario en los “muros” de millones de abonados al invento. Los publicistas han utilizado esa poderosa  arma (cover de “Creep” mediante) para crear empatía con el usuario medio de Facebook en los primeros 30 segundos de la pieza, y después mostrarnos la naturaleza de los “men behind the curtain”, los demiurgos que están forjando esta nueva sociedad, con sus juicios, sus envidias y sus millones. Más mito. 

Hervir un Oso

El uso indiscriminado del prefijo “post” en el ámbito del etiquetado (sub)cultural es un asunto que me pone muy muy de los nervios. Entiendo perfectamente cuando me hablan de  la España de postguerra, la depresión post-parto, los X-Men post-Claremont…  Sin embarto tengo serios problemas con cosas como el   post-rock, el post-pop, la post-poesía, o la post-tag más de moda en los últimos tiempos: el post-humor.

¿Qué se supone que significa esto último?¿Una nueva era del no-humor?¿Chistes sin gracia? Lo único que sé es que la categoría es aplicada, muchas veces de forma despectiva, a gente como Wes Anderson, Sacha Baron Coen, Nacho Vigalondo o Joaquín Reyes. Gentes con visiones más o menos diferentes en esto del hacer reír, pero que si algo tienen en común es su capacidad de abrir nuevos caminos, centrándose más en lo que a ellos les hace gracia y menos en como complacer a la mayor masa social posible,   demostrando que incluso los Monthy Python pueden quedar desfasados. No hacen post-humor, hacen HUMOR con mayúsculas cuyo único pecado es parecerse poco a cualquier cosa que haya existido antes.

hervir un oso 

Esto viene a cuento porque acabo de añadir dos nuevos nombres a mi panteón de este tipo de humoristas fieles a si mismos pese a quien pese: Jonathan Millán y Miguel Noguera. Su más reciente obra: “Hervir un Oso”. Sus características:

  1. Parece un tebeo pero no es exactamente un tebeo (¿post-comic?)
  2. Es humor gráfico, pero en muchos casos el texto predomina sobre la ilustración (¿post-viñeta de prensa?¿post-libro?).
  3. Millán y Noguera tiran de lo referencial, pero a su manera, elaborando descabellados mashups: Los Alcántara y las matemáticas de bachillerato, Locke y la ópera, CSI y el queso. (¿post-posmoderno?)
  4. Si Baudrillard acuñó el termino hiperrealidad como una realidad fabricada más real que la realidad misma, lo que hacen estos señores podría definirse como hiperlógica: el hecho de que un fantasma se golpee la cabeza contra una viga supone un fenómeno paranormal dentro de un fenómeno paranormal; si el helio agudiza la voz, basta insuflárselo a un bebé chillón para que su berrinche desaparezca, convertido en ultrasonido; y no les cuento como la matemática pura dice que Antonio Alcántara llegaría a alcanzar la velocidad de la luz en “Cuéntame”, si esta serie siguiese emitiéndose unos años más… (¿post-empirismo?)
  5. Más allá de si cada uno de los 50 capítulos hacen gracia o no, en conjunto, la lectura del (no)tebeo genera la sensación de llevar implícito un subtexto arcano y revelador que se nos escapa. No sé que pasa en muchas de esas páginas, pero desprenden algún tipo de verdad que quizá descifremos dentro de unos miles de años  (¿post-conciencia?).

Si se hacen con el tomo, les auguro unas buenas dosis de satisfacción post-lectura.

Covermania (XII): Reincidente

Un buen ejemplo de como variando el nivel de abstracción de un símbolo, éste puede cambiar totalmente de significado:

Reincidente, de Zak Sally

Banda sonora del post: Zak Sally – “Corpsegrinder
[audio:http://download.omroep.nl/vpro/radio6/wp/17/files/2009/12/zak-sally-corpsegrinder.mp3]

About “Rock in Rio”

Rock in Rio Madrid 2010

“La mayoría de los periódicos definían el recinto como un cruce de parque temático y centro comercial. A ratos resultaba más inquietante, como cuando las pantallas emitían anuncios de Prosegur o el público agitaba alegremente globos-salchicha de Ramstad (empresa líder en el sector del trabajo temporal). Dos imágenes dignas de la antiutopía ballardiana Bienvenidos a Metro-Center.”

Víctor Lenore en Rockdelux #286 (Julio/Agosto de 2010)

Banda sonora del post: Shellac – “End of Radio